viernes, 19 de septiembre de 2025

La historia (jamás contada) de Giancarlo Parretti: los préstamos fraudulentos con el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood y la caída del cine clase B Tercera parte

El Crédit Lyonnais aprovecha y se queda con Empire Pictures

La compañía Empire International Pictures fue una distribuidora, luego ampliada en sus funciones como productora, creada por el realizador Charles Band en 1983. Tras un período de éxitos en cine y video desde 1985 (gracias al lanzamiento del film Ghoulies ese mismo año) se asoció con Vestron Video de Austin Owen Furst Jr., la editora más grande de títulos en VHS que existió en los Estados Unidos. El acuerdo se concretó en la hermosa propiedad que Furst tenía situada en Connecticut (el lugar donde Vestron tenía su cuartel central). Band necesitaba con urgencia un distribuidor y también necesitaba dinero para hacer las películas que la videoeditora distribuiría. El realizador tuvo suerte: a Austin Furst le cayeron bien tanto Charles como su segunda esposa Debra Dion; además quería sus películas para engrosar su catálogo, luego de las excelentes performances de los films de la Empire en video a través de Lightning Video (sello hermano de Vestron).

-Imagotipo de la editora Vestron Video.

Eventualmente, tras varios días de duras negociaciones, Furst y Band por fin llegaron a un acuerdo; Debra y Charles dejaron el cercano hotel donde se hospedaban y raudamente se subieron a un avión rumbo a Los Ángeles, con el trato cerrado y un cheque en la mano por 3,6 millones de dólares. Cuando aterrizaron en L.A., la influyente publicación Variety ya estaba publicando un titular que cubría la primera página sobre el acuerdo de 50 millones de dólares en total conseguido entre Charles Band y Vestron Video.

Una de las pocas fotografías que se conocen del empresario Austin Furst.

Al igual que le ocurrió a la Cannon, la compañía tuvo un enorme flujo de dinero en los siguientes años y puso en producción más películas de las que podía sostener con su presupuesto, adquiriendo también en el proceso el Castello di Giove (un castillo del siglo XII ubicado en la localidad de Giove en el centro de Italia) en una subasta por 550.000 dólares y el De Laurentiis Film Center (mayormente conocido dentro de la industria del cine por su apodo Dinocittá); Éstos eran los viejos estudios de la compañía italiana Dino de Laurentiis Cinematografica que el productor cinematográfico Agostino "Dino" De Laurentiis había dejado abandonados en Italia por una deuda impositiva; Pese a todo, todavía estaban bajo su poder y Band se los compró por 20 millones de dólares, en un negocio cerrado dentro de la propia mansión del realizador italiano ubicada en Doheny Drive (una vía que conecta Beverly Hills y el West Hollywood), al que Charles Band y su esposa Debra concurrieron para cenar.
La aprobación de Dino era obligatoria si o si, ya que como Band contó en sus memorias, el prolífico productor a comienzos de los ochenta todavía tenía influencia en sus viejos estudios construidos en la década del 60… a través del Crédit Lyonnais.
Todo esto fue posible cuando tiempo atrás, en 1984, durante una estadía en el MIFED: un famoso mercado europeo e internacional del cine y la televisión, Charles Band se encontraba prevendiendo títulos sin producir de su nueva e incipiente compañía Empire International Pictures a empresarios inversores. En una de esas rondas, Band se sorprendió al escuchar la voz del productor Eduard Sarlui que lo estaba llamando en italiano, idioma que ambos dominaban muy bien. El reencuentro tuvo aires de nostalgia, debido a que “Charlie Band” y el “Signore Sarlui” fueron una vez vecinos hacía 20 años atrás, cuando ambas familias estaban asentadas en Italia y vivían en uno de los grandes edificios del barrio Vigna Clara (cuya prosperidad y confort lo volvía parecido a Beverly Hills); Eduard Sarlui y el realizador Albert Band (el padre de Charles) eran muy amigos y allí el primero vivía con su hija Helen, que era mucho más joven que el realizador y su hermano menor Richard Band.
El encuentro daba cuenta que ambos ahora se habían convertido en productores de cine independiente: Eduard con su Continental Motion Pictures ayudado por su hija Helen Sarlui-Tucker, que se encontraba presente en el lugar, y Charles con su Empire Pictures; Para 1986 Continental se volvería el tercer estudio más importante en los catálogos del mercado cinematográfico, detrás de The Cannon Group (de Golan y Globus) y la propia Empire (en primer y segundo lugar respectivamente). Eduard Sarlui tenía grandes contactos, cosa que el joven Band carecía; luego de escuchar sorprendido que si se quedaba sin dinero la Empire iba a parar la producción de películas, por su vieja amistad le compartió su secreto: presentarle al “rey de todos los prestamistas”, ése era el banquero Frans Afman del Banco Crédit Lyonnais de los Países Bajos.
El mayor logro de Frans Afman es que inventó la financiación del cine independiente en los años setenta dentro de los Festivales de Cine; él junto a Dino De Laurentiis literalmente crearon la preventa a los distribuidores para financiar los futuros proyectos. Contar con el banquero de Dino era tocar el cielo con las manos para Band; tener a disposición una línea de crédito permitía que los potenciales compradores confiaran que en tenía una compañía seria y segura, con una fianza de cumplimiento por si llegado el caso no se efectuaba la entrega de la película. Pero además, si todo iba sobre ruedas se podía aumentar el monto de la línea de crédito cada vez más. Eduard le concertó una cita con Afman y se reunieron en la ciudad neerlandesa de Rotterdam, situada al oeste del país europeo.
En esa cena banquero y realizador buscaron conquistarse mutuamente y congeniaron de inmediato, charlando sobre cine, Roma y Los Ángeles; Para Band resultaba un hombre inteligente, bien vestido, siempre sonriente y con una elegante calva, no así para su esposa Debra que lo describió posteriormente como un “alemán gordo, malo y horrible”.
Charles Band se fue de esa reunión consiguiendo lo que quería: una línea de crédito del Crédit Lyonnais por un millón de dólares, que para 1985 ya había aumentado a cinco millones. En ese mismo año, Frans Afman lo llamó una tarde y le dedicó unas elogiosas palabras por su desempeño como realizador y empresario fílmico, pero aprovechó también la ocasión para concretarle la mencionada reunión-cena con Dino De Laurentiis en Los Ángeles; El banquero Frans conocía a la perfección el gran interés de Band por los estudios Dinocittà y le reveló que, aunque no era de dominio público, De Laurentiis todavía seguía siendo el propietario de manera no oficial, controlando el lugar a través del CLBN. Dos semanas después de la cena con Dino y su mujer, la productora Martha Schumacher (luego Martha De Laurentiis), el matrimonio Band se encontraba conduciendo hacia el sur, en las afueras de Roma, con las llaves del abandonado estudio en sus manos.
Vestron, Inc. concretó un ambicioso plan de expansión dentro de la industria del entretenimiento, tanto a nivel local como internacional, a fines de 1986 con la producción de sus propias películas; Muchas de ellas fueron fracasos de taquilla y eso produjo que la compañía entrara en una seria crisis financiera donde tuvo que reestructurar varias de sus operaciones en todo el mundo. La situación no hizo más que agravarse cuando en primer lugar se terminara de manera tajante el acuerdo de negocios con Empire International Pictures a comienzos de 1988. Durante ese mismo año, Charles Band se encontró con la difícil realidad de que ya no podía sostener su productora y esto produjo que los burócratas del Banco Crédit Lyonnais de los Países Bajos tomaran cartas en el asunto.
Irwin Yablans se encontraba en ese momento transitando sus últimas semanas de viajes entre Italia y los Estados Unidos para terminar de producir las filmaciones de Prison (1988) y Arena (1989), las últimas coproducciones que hizo con Band en la Empire Pictures. Yablans ya lo conocía de la época de Meda Home Entertainment (la primera videoeditora que tuvo Charles Band en 1978) y siempre estuvieron colaborando en la realización de algunas películas en conjunto, como por ejemplo Laserblast (1978) y Parasite (1982), por lo que se sumó a la nómina de la flamante compañía de su amigo en 1986; Curiosamente su hermano Frank Yablans (el hombre fuerte en Paramount Pictures a comienzos de los setenta) también se asentó en la compañía un mes después. La realidad era que los hermanos se odiaban mutuamente y existía una rivalidad furiosa entre ellos, donde muchas veces se llegaron a pelear con fuertes insultos y gritos en las oficinas adyacentes que tenían ambos dentro de los estudios en Italia, simplemente por competir quién demostraba tener una mejor producción.

Publicidad de 1986 anunciando que los Dino De Laurentiis Studios en Roma ahora son los Empire Studios.

En 1988 Eduard Sarlui, hombre a cargo de Continental Motion Pictures y Trans World Entertainment (esta última empresa administrada junto con sus socio Moshe Diamant), aprovechó ese momento en que se encontraba en el país europeo e invitó a comer a Irwin Yablans y a su esposa Diane a un elegante restaurant en la ciudad de Roma; En ese lugar ambos establecieron al comienzo una conversación muy informal, ya que se conocían desde hacía años cuando Yablans manejaba su propia compañía Compass International Pictures, y Sarlui fue su primer cliente extranjero en comprarle los derechos internacionales del exitoso film Halloween (1978) y otras películas que producía. Pero en esa cena trascurrida en horas de la tarde no estaban solos: Sarlui había invitado a algunos funcionarios bancarios de Crédit Lyonnais para que estén comiendo y bebiendo con ellos, hasta que en un momento la charla pasó a ser sobre el tema de Empire International Pictures y Charles Band.
Eduard Sarlui le comentó que el CLBN estaba "desencantado" con Band y que estaban buscando hacer algunos cambios; de repente Irwin Yablans tuvo la sensación de que le estaban tomando una suerte de audición para que se haga cargo de la Empire. Yablans se tuvo que retirar imprevistamente de la mesa, ya que su madre se encontraba enferma en Las Vegas y había comenzado un tratamiento que de seguro iba a llevar varios meses; Cuando se completó el film Arena regresó con su mujer a Los Angeles y de ahí voló a visitar a su madre, pero ella murió repentinamente en el hospital pocos días después. Mientras supervisaba la postproducción de Arena, quedó claro para él que Eduard Sarlui se haría cargo de Empire International Pictures. El Crédit Lyonnais Nederland NV había invertido millones en la empresa y los burócratas se habían quedado sin paciencia tras varios fracasos en cine y video, por lo que consideraban que Charles Band hacía un despilfarro de gastos y una gestión imprudente como gerente principal para con la compañía, con indicios de un uso inadecuado de los fondos para uso personal. Hay que decir que el propio Irwin Yablans consideraba que Band nunca fue el gerente más eficiente, y era de conocimiento común que gastaba dinero descuidadamente, pero aun así sus objetivos eran generalmente desinteresados. Yablans creía que Charles Band buscaba como objetivo solamente que Empire fuera una compañía de cine independiente viable y sus pecados tenían más que ver con su propio ego y las malas decisiones de gestión que con la ganancia personal.

Publicidad gráfica realizada por Empire International Pictures en 1986 aprox. para vender sus proyectos futuros y películas en desarrollo dentro de la industria cinematográfica en los mercados de cine como el MIFED (Italia) y Cannes (Francia).

Eduard Sarlui, ahora visitando Los Angeles, volvió a la carga y nuevamente llamó a Irwin Yablans un día para concertar otra reunión con los mismos banqueros del Crédit Lyonnais con quienes había almorzado en Italia, esta vez el encuentro de esa tarde giró en una conversación referida al destino de Empire Pictures, donde le comunicaron que los días de Charles Band como jefe de la compañía habían terminado, ya que el Banco estaba interviniendo con un embargo formal y reestructuraría la empresa en una nueva entidad encabezada por Sarlui y su colega Moshe Diamant, que en ese momento también eran clientes del Banco y juntos eran el dúo propiedad de Trans World Entertainment: en ese momento ya consolidado como un importante distribuidor de vídeo y cine del mercado doméstico norteamericano. La petición fue más directa para Yablans: que él formara parte de esta entidad resultante y que junto a ellos se encargara de dirigir la compañía, pero éste se excusó de la oferta principalmente, ya que desconfiaba del productor de cine Diamant, al que consideraba una persona ambiciosa, astuta y confidente de Eduard que estaba enamorado de las luces de Hollywood y sus celebridades, viéndolo como alguien que no era perfecto para el trabajo.
El productor Sarlui tuvo problemas para proponer a Moshe Diamant ante los sofisticados banqueros europeos, y ahí es donde iba a entrar Yablans como nuevo administrador, ya que necesitaban un experto de la industria con un nombre exitoso y reconocible para que se complemente con ellos dos. Para tentar su elección, Eduard Sarlui y los burócratas del Crédit Lyonnais Nederland NV le ofrecieron un acuerdo de producción muy lucrativo con la nueva compañía, ya que recibiría todas las sumas considerables que Empire Pictures le debía y que Charles Band no podía pagar, además de una garantía de dinero para producir dos nuevas películas cuyos proyectos se decidirían más tarde si aceptaba. Para colmo, durante los primeros meses de 1988 las condiciones del mercado estaban cambiando, el dólar caía frente a la lira italiana y hacer películas en Italia de repente se encareció terriblemente, aumentando los costos de producción. Para ese entonces, hacía un tiempo que el Crédit Lyonnais le acercaba una serie de títulos ya terminados para que se distribuyan bajo la marca Empire, algo que a Charles Band nunca le gustó, ya que consideraba que esta acción diluía la marca y confundía a los compradores; Si bien no tenía ningún apego por estos films, debía agachar la cabeza y aceptarlos sólo para mantener la compañía a flote.


Dentro de todo lo complejo, Band tenía dos logros positivos para sentirse orgulloso: el primero es que, en un periodo de cuatro años, Empire International Pictures ya había conseguido hacer y distribuir unas cuarenta películas, y el segundo, es que el 8 de agosto de 1988 finalmente formalizó su matrimonio con Debra Dion en una gran ceremonia con familiares y amigos en su propio castillo, el denominado “Castello di Giove” situado en la comunidad de Giove, dentro de la región de Umbria.
Luego del fracaso de la negociación con Irwin Yablans se decidió no dilatar más el asunto durante el primer trimestre de 1988 y lo primero que hizo la división de los Países Bajos del Crédit Lyonnais fue accionar su poder, entrar imprevistamente a la productora y quitar del medio a Charles Band de su posición como Presidente y Director Ejecutivo. Esto se pudo lograr en una reunión que gestionó Eduard Sarlui a través de una llamada telefónica con Charles Band que se encontraba en Los Ángeles; La reunión se hizo dentro de la oficina del propio Sarlui, el clima era tenso y rápidamente Band entendió que no estaba hablando con el hombre que alguna vez fue su antiguo vecino en la península al que conocía desde que tenía diez años, sino con Eduard: el representante del Banco neerlandés al que le había presentado años antes en el MIFED. Aquella tarde un serio Sarlui le comunicó que los ejecutivos no estaban contentos con su desempeño y que habían perdido la confianza en él, Charles trató de explicarle con las películas que tenía en desarrollo, pero fue en vano ya que no quería tener ese tipo de conversación. Sarlui le comentó también que, según los registros del CLBN, se acumuló una importante deuda de veintiséis millones de dólares. Band se sorprendió cuando Eduard le dijo que estaba dispuesto a proponer un trato en nombre del Banco: le perdonarían toda la deuda si renunciaba a Empire International Pictures, a sus oficinas de Los Ángeles, el estudio en Roma, todas las películas y propiedades intelectuales que había creado con ellos.
Eduard Sarlui lo dejó ir para que lo piense, pero Charles Band sabía que no había nada que hacer; lo habló con sus abogados, su mujer Debra y por más vueltas que le daba al asunto sus días dentro de Empire súbitamente se terminaron, no le quedó otra opción más que aceptar el trato. Aun así, el realizador negoció algunas concesiones con el Crédit Lyonnais Nederland NV y consiguió mantener en su nómina algunas películas que tenía actualmente en desarrollo, y también quedarse con el film Trancers bajo su propiedad, ya que pensaba que tenía algún valor para futuras secuelas; Lo cierto es que para el Banco era sólo una más de las cuarenta películas que estaban a punto de poseer y aceptaron las peticiones. Unos días más tarde, en la mansión de Eduard Sarlui en Beverly Hills, se firmaron los papeles del traspaso; Sarlui se encontraba exultante y en el fondo sentía que estaba ayudando a sacar de apuros a un viejo amigo de la familia.
El CLBN entonces disolvió la empresa y la reestructuró en una nueva compañía productora denominada Epic Productions bajo la administración de los mencionados Moshe Diamant y Eduard Sarlui, siendo este último el fundador y presidente; el Crédit Lyonnais le había “vendido” a esta nueva compañía todas las películas, su estudio en las afueras de Roma y además absorbiendo el resto de los activos heredados de Empire International Pictures.
Otra de las razones por las que Irwin Yablans también declinó la oferta que le propusieron en esa oportunidad, fue por la lealtad y el gran respeto que sentía hacia Charles Band; pero en esos tiempos Band sintió que lo había traicionado y que por su culpa Sarlui y Diamant dieron un golpe junto al Banco europeo, algo que no era verdad. Simplemente Yablans reflexionó que su colega realizador había desaprovechado una espléndida oportunidad y no tenía a nadie más a quien culpar por lo sucedido creyendo lo contrario. Años más tarde, tanto Irwin Yablans como Charles Band finalmente se reunieron y el primero pudo explicarle que no tuvo nada que ver con aquel golpe hacia la Empire, por lo que finalmente pudieron solucionar sus diferencias.

El productor y distribuidor Irwin Yablans.

La adquisición de Empire por parte de Epic Productions se completó en mayo de 1988. Sarlui y Diamant se instalaron como socios principales junto al CLBN para dirigir los destinos de la flamante nueva compañía dentro de la industria del cine independiente y comenzaron a inyectar dinero fresco, para terminar las películas de la reconvertida productora que todavía estaban en producción. Films como "Arena", "Ghost Town", "Robot Jox", "Catacombs" y "Spellcaster" demoraron la post producción en algunos casos entre dos y hasta tres años, debido a la línea de crédito que el Banco Crédit Lyonnais Nederland NV todavía le estaba emitiendo a la ex compañía Empire desde que se vino abajo. Inicialmente era de un monto cercano a los 50 millones de dólares y posteriormente fue aumentada a 200 millones de dólares, esto último solo bajo la condición de que Moshe Diamant consolidara Empire International Pictures en Epic y sumara a su Trans World (que tenía un archivo fílmico de gran tamaño en ese momento) para que todo eso junto se transformara, según las proyecciones de los burócratas del Banco europeo, en la compañía productora independiente más grande de los Estados Unidos.

Continuará...

Buenas noches por estos lados!!! El informe sigue su curso y, esta vez, hacemos una digresión en la trama, pero que tiene que ver con los manejos de la banca Crédit Lyonnais Nederland NV y unos viejos conocidos de este blog: Charles Band y Eduard Sarlui. Finalmente, esta parte de la historia sobre lo que en verdad ocurrió con la Empire Pictures sale a la luz en su versión completa, con todos los detalles. Algo que hasta ahora lo tocaba tangencialmente y sin la cantidad de información necesaria. En los próximos capítulos de este informe, veremos hasta donde llegaron los involucrados con su minucioso plan expansionista dentro de la industria del cine independiente.

Hasta el mes que viene.
Federico

domingo, 31 de agosto de 2025

Subspecies #2 (1/2) Eternity Comics - Full Moon Entertainment Comics (4 números) Junio 1991


Continuará...

Hola a todos! Continúo con la primera parte del segundo número del comic de Subspecies, cuya trama se vuelve cada vez más interesante.
El mes que viene regresaré con una nueva entrega del extenso informe sobre Paretti y el CLBN, esta vez con un apartado súper interesante donde se revelarán datos nunca antes conocidos! Estén atentos, 

Saludos!!
Federico 

sábado, 26 de julio de 2025

La historia (jamás contada) de Giancarlo Parretti: los préstamos fraudulentos con el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood y la caída del cine clase B Segunda parte

 Giancarlo Parretti y su nueva lujosa vida.

La vida de Giancarlo Parretti comenzó a ser cada vez como la de un emperador romano cuando se asentó en los Estados Unidos lleno de dinero con efectivo fresco del Crédit Lyonnais, junto a su esposa Maria Cecconi y a sus hijos Evelyn, Mauro y Valentina. A fines de 1988 trasladó su base de operaciones a la ciudad de Los Angeles, donde se hizo cargo de la oficina perteneciente a Dino De Laurentiis en Wilshire Boulevard, que era lujosa incluso para los estándares de Beverly Hills; luego compró una mansión en una sección particularmente grande de la ciudad de Beverly Hills, al norte de Sunset Boulevard valuada en 9 millones de dólares. La propiedad de dos acres, al pie de Coldwater Canyon, tenía un amplio jardín y estaba protegida de la calle por árboles y arbustos; la mansión de dos pisos incluía siete habitaciones, una piscina olímpica con una casa de huéspedes de dos habitaciones y hasta una cancha de tenis. La competencia con De Laurentiis continuó, ya que también pagó un auto Rolls-Royce marrón por 200.000 dólares idéntico al que conducía el productor italiano; finalmente se compró un jet birreactor marca Gulfstream IV de uso civil. Todo naturalmente comprado con los préstamos del Banco Crédit Lyonnais de los Países Bajos.
Para mostrar su aprecio por el préstamo, Giancarlo Parretti comenzó a entregarle a Georges Vigon y otros burócratas ejecutivos del CLBN obras de arte: dibujos en color supuestamente de Picasso y Miro, aparentemente por un valor de cientos de miles de dólares. También hizo un vuelo con Georges Vigon y su familia a bordo de su avión privado a la isla Bora Bora, en la Polinesia Francesa, para unas vacaciones. El Banco Central del Reino de los Países Bajos, que regula a los Bancos neerlandeses de la misma manera que la Reserva Federal a los Bancos estadounidenses, no sabía nada de los conflictos de intereses en CLBN, nada del intento de soborno de Frans Afman por parte de Parretti en el Festival de Cine de Cannes, nada de la reputación de los socios Parretti y Fiorini, y por supuesto nada de los "regalos" de Parretti a Georges Vigon. Sin embargo, a principios de 1988, el Banco Central notó el fuerte aumento de los préstamos de CLBN a Hollywood, a Parretti y Fiorini, y expresó su preocupación por la concentración de préstamos con unos pocos prestatarios en una sola industria y por un aparente desequilibrio de la deuda sobre equidad entre los prestatarios. El Director de la filial neerlandesa del Crédit Lyonnais, Georges Vigon, tuvo que entrar en acción; no exigiendo que los clientes morosos paguen los préstamos atrasados, sino canalizando nuevos fondos a su manera, a menudo a través de corporaciones fantasmas creadas para nublar el rastro del dinero. Era algo en lo que era un experto veterano: anteriormente había ayudado a la compañía Cannon a ocultar préstamos incobrables de esa manera. 
Dentro del Banco Central neerlandés se enteraron de que el banquero Frans Afman estaba en la nómina de The Cannon Group, por lo que rápidamente se emitió un memo interno manifestando que "esta doble función, en nuestra opinión, es indeseable" y pidió su terminación. Afman, quien había creado el negocio de préstamos de entretenimiento, se vio obligado a renunciar y se convirtió en consultor del Banco tratando solo con algunos de sus antiguos clientes, aunque en sus fueros internos siempre tuvo la convicción de que lo sucedido fue resultado de su choque descortés con Parretti. Con sus préstamos problemáticos ocultos y el CLBN aparentemente prosperando de manera eficiente, Vigon fue ascendido a París para encabezar todos los préstamos europeos (incluidos CLBN y, por extensión, los préstamos de Hollywood), desde el edificio central de Crédit Lyonnais en el Boulevard des Italiens. El hombre que había sancionado los conflictos de intereses de Afman y que ahora tomaba obras de arte y vacaciones en el Pacífico Sur con Giancarlo Parretti, de repente tenía responsabilidades mucho más amplias en una de las instituciones financieras más grandes del mundo. Mientras tanto, dentro del Crédit Lyonnais la oferta de ejecutivos dispuestos a ser corrompidos demostró ser amplia. El Banco nombró a Jean-Jacques Brutschi, otra estrella en ascenso, para reemplazar a Vigon en el CLBN, y a Jacques Griffault, que había dirigido la sucursal de Crédit Lyonnais en Milán y donde había conocido a Florio Fiorini, se encargó de reemplazar a Frans Afman. Tanto Brutschi como Griffault rápidamente se hicieron íntimos del financiero Parretti, que seguía manteniendo los costosos regalos a cuanto banquero burócrata se le cruzara en su camino. Jean Naville, quien había estado a cargo de los préstamos del Banco para Europa, Oriente Medio y África, fue la persona que Georges Vigon le recomendó a Parretti para que se convierta en su "consultor financiero principal" y su enlace directo con el Crédit Lyonnais. Naville fue el jefe de Vigon en París y dejó el Banco para ser un contratado del italiano, pero éste lo trataba como un siervo negociando con sus subordinados recientes Vigon, Brutschi y Griffault. Además de los préstamos, el CLBN le brindó a Parretti una amable carta de recomendación a diez meses después de enterarse de sus antecedentes penales, presentándolo como un hombre de negocios capaz y astuto, con el que disfrutaban y valoraban mucho una excelente relación comercial con su cliente.

-Yoram Globus, Menahem Golan, el actor Tony Curtis y Frans Afman.

-Frans J. Afman, el realizador Dino De Laurentiis y su esposa Martha De Laurentiis.

-El productor franco tunecino Tarak Ben Ammar, Frans J. Afman, el actor Walter Matthau y el director Roman Polanski durante un alto en el rodaje de Pirates (1986), película que The Cannon Group solo se encargó de distribuir en los cines.

-Menahem Golan, el actor Mickey Rourke y Frans Afman promocionando el film Barfly (1987), coproducción de Golan-Globus/Cannon junto a la compañía American Zoetrope de Francis Ford Coppola.

Poster del film Bernadette (1988) coescrito y dirigido por Jean Delannoy.

Para promocionar mejor el film Bernadette, a Giancarlo Parretti no se le ocurrió mejor idea que hacer una proyección especial de la película en el Vaticano, con la gran oportunidad de que el propio Papa Juan Pablo II la vea; una vez que se hicieron los arreglos necesarios viajaron a la ciudad de Roma Menahem Golan, Yoram Globus y por supuesto el propio Parretti. La curiosa escena transcurrió en la sala de proyecciones privada del Pontífice en la Santa sede; El Papa se sentó en la primera fila mientras que Golan, Globus y el financiero italiano se acomodaron en la segunda fila. Cuando terminó la película los tres vieron que el Papa Juan Pablo II, con lágrimas corriendo por su rostro, no se movió durante varios minutos. Bernadette fue primero exhibida en Francia a partir del 17 de febrero de 1988 y llegaría recién a los cines de Estados Unidos el 24 de marzo de 1989, siendo la primera experiencia cinematográfica que Giancarlo Parretti realizó para la compañía The Cannon Group en territorio norteamericano.
Durante diciembre de 1988, se organizó una fiesta de Navidad para 200 personas en su mansión de Beverly Hills, se invitó a varias personalidades de Hollywood que asistieron para conocer a ese italiano que empezaba a tener un prestigio instantáneo. Según Menahem Golan, al evento estaban Georges Vigon y Jacques Griffault, que llegaron en avión con sus familias traídas desde Europa hasta California por el propio Parretti como invitados centrales. En un momento de la fiesta, los socios italianos Parretti y Fiorini llevaron a Vigon, Griffault, Golan y algunos otros a la biblioteca a puertas cerradas. Allí le presentaron a Georges Vigon y al resto de los banqueros varios sobres que contenían certificados por 200.000 acciones cada uno, pertenecientes a una pequeña compañía de cine que cotizaba en bolsa llamada 21st Century Distribution Corp.: una vieja distribuidora creada en 1971 que estaba abandonada; también les otorgó certificados por 200.000 de las acciones warrants Clase A y 200.000 de los warrants Clase B de 21st Century, convertibles bajo ciertas condiciones en acciones ordinarias para un total potencial de 600.000 acciones ordinarias. 
-"Twenty-First Century se convertirá en una gran empresa en el negocio del cine" dijo Parretti a todos los presentes. Sus acciones "pronto podrían venderse a 30 o 40 dólares cada una". Con base en esos números, la inferencia ineludible fue que cada regalo tenía un valor potencial de entre 18 millones y 24 millones de dólares para una compañía que acababa de salir de la bancarrota. Incluso si se descartara esa posibilidad, las acciones de 21st Century se cotizaban en el mostrador a 50 centavos de dólar, si se pedía 1 dólar le daba a las acciones, excluyendo los warrants, un valor indicado entre 100.000 y 200.000 dólares.
Después de la fiesta a la mañana siguiente, Parretti voló en su jet privado junto con Georges Vigon y su familia nuevamente a la isla Bora Bora para una semana de vacaciones con todos los gastos pagados. El burócrata Vigon nuevamente quedó encantado del estilo de vida del empresario italiano, los obsequios iban a convertir a Vigon y Griffault entre los accionistas individuales más importantes de 21st Century Distribution, y por si esto no era suficiente Parretti envió el mismo "regalo" al presidente de CLBN, Jean-Jacques Brutschi, quien no había podido viajar a California para la fiesta.
Dos meses después, el Banco le prestó más de 27 millones de dólares para que efectivizara la compra. El día lunes 27 de febrero de 1989 Menahem Golan renunció a sus posiciones de Director y Vicepresidente Ejecutivo de Cannon, y Presidente y Jefe de asuntos creativos en su filial de entretenimiento para comenzar a manejar los destinos de la compañía, a la que se la renombró como 21st Century Film Corporation. Parretti, Golan y Globus compraron el 80% de 21st Century que todavía cotizaba en bolsa cuando estaba en proceso de quiebra por solo 250.000 dólares; venta a precio de costo que se efectivizó en ese mismo mes de febrero. El CLBN hizo planes para garantizar 50 millones de dólares en crédito para la pequeña empresa, por lo que significó que 21st Century también se convirtió en un cliente del Crédit Lyonnais. El cineasta israelí Menahem Golan puso en un cargo ejecutivo al productor de cine Ami Artzi para manejar los destinos de la empresa, creando un nuevo imagotipo y se pusieron en marcha para buscar inversores. Principalmente, como parte del paquete de separación de Golan de Cannon, se llevó los derechos cinematográficos de Spider-Man y el Capitán América, además de empezar a producir nuevos títulos en la productora.

Continuará...

Buenas!! Aquí regreso con la segunda parte de este megainforme sobre la vida de Paretti y Fiorini entrando con todo al mundo del séptimo arte. De a poco los negocios se complican, el dinero se impone y los que manejan el poder bancario que los apoyan se van involucrando más y más... hay que ver cómo sigue esto.

Hasta el mes que viene.
Federico

martes, 24 de junio de 2025

Subspecies #1 (2/2) Eternity Comics - Full Moon Entertainment Comics (4 números) Mayo 1991

 

La confrontación ha comenzado... Próximamente, arrancamos con la primera parte del segundo número de esta gran historia. No se la pierdan!!!
El mes que viene seguimos con más del interesante affaire de Giancarlo Paretti y el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood.

Federico

domingo, 25 de mayo de 2025

La historia (jamás contada) de Giancarlo Parretti: los préstamos fraudulentos con el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood y la caída del cine clase B Primera parte

La idea de este informe, en sus varias entregas, es narrar de manera pormenorizada toda la historia de uno de los personajes más singulares e inefables de la industria cinematográfica: nos referimos al financiero italiano Giancarlo Parretti, que se encargó de manejar primero los destinos de la productora Cannon envuelta en una crisis de deuda durante fines de los años ochenta, pasando por la compra del estudio Metro-Goldwyn-Mayer en 1990. Pero sin dudas todo hay que contarlo para que la historia del mayor fraude de Hollywood se entienda mejor. Este empresario no ha actuado solo en el mundo de los negocios, atrás de él se escondía una persona que pasaba desapercibida pero que era una figura importante que consolidaba cualquier negocio en el viejo continente: Florio Fiorini. Además de hablar sobre esta singular pareja italiana, que asumían el riesgo de cualquier proyecto que se les cruzara en su camino, ya sea desde la compra de hoteles en Europa hasta empresas productoras en Estados Unidos con un apetito voraz, voy a detallar los manejos de una conocida entidad bancaria internacional, que fue la máxima responsable de que todo este fraude financiero se pudiera llevar a la realidad. Ahora sin más retrasos, prepárense para conocer el telón de fondo del mundo de los negocios del cine y cómo es que, desde comienzos de la década de los noventa, la industria de Hollywood, y la de las productoras y distribuidoras de bajo presupuesto ya no fueron las mismas de antes...

El origen

El Banco Crédit Lyonnais Nederland NV (la división del Reino de los Países Bajos de la reconocida banca francesa Crédit Lyonnais) fue un actor importante en todo este entramado financiero oscuro. Conocida en el mundo financiero por su sigla CLBN, la banca neerlandesa jugó un papel crucial y definitivo en la financiación de varias producciones independientes de Hollywood durante la década de los ochenta. Un hombre clave dentro de la central francesa del Banco Crédit Lyonnais era Jean-Yves Haberer que dirigió el Banco de 1988 a noviembre de 1993, durante el período de expansión de préstamos bancarios impulsado por el Presidente de Francia François Mitterrand. Mitterrand le había dado a Haberer un cheque en blanco para transformar el Crédit Lyonnais de propiedad estatal en el equivalente francés del todopoderoso Deutsche Bank de Alemania, compitiendo en los niveles más altos de las finanzas globales: una fuerza cultural más que un simple Banco.
En principio Haberer, recién designado como Presidente de la entidad bancaria en noviembre de 1988, nombró como su Director financiero al abogado François Gille (luego ascendido a Director General en el período 1992-94), que había ingresado al Banco a fines de los setenta. Durante 1981 los dirigentes del Banco designaron como Director de la filial neerlandesa del Crédit Lyonnais a Georges Vigon, quién además era el responsable jefe de todos los préstamos del Crédit Lyonnais en Europa, Medio Oriente y África, reportándose regularmente a su nuevo jefe Jean-Yves Haberer.
El financista italiano Giancarlo Parretti era una persona que en esa época tenía el cargo de Presidente del grupo financiero luxemburgués Interport, sus negocios los realizaba con su amigo y socio Florio Fiorini, quién era Director Jefe en la financiera Société Anonyrne Suisse d'Explotations Agricoles (SASEA) con sede en la ciudad de Ginebra. A Parretti y a Fiorini no les gustaba hacer ostentación de riqueza en ese entonces y mucho menos anunciar con bombos y platillos sus futuros negocios, pero parecían dominar a la perfección el mundo de los negocios de oportunidad europeos; la dispar pareja tenía papeles muy definidos: el socialista y católico Parretti era el lego que se encargaba de llevar a buen puerto cualquier negociación, mientras que Fiorini (aprovechando que sabía hablar varios idiomas), era el que definía la estrategia a seguir, mostrando seguridad y serenidad por su gran conocimiento del mundo de las finanzas.
Fiorini era más que un simple empresario. A mediados de la década de 1980 había cometido en secreto uno de los mayores sobornos políticos, siendo además blanqueador de dinero global en el continente europeo. Esas habilidades las aprendió de los banqueros italianos conectados con el Vaticano, Roberto Calvi y Michele Sindona, verdaderos criminales maestros de la estafa cuyas muertes violentas en 1982 y 1986 respectivamente, a raíz de los escándalos bancarios en Italia siguen siendo misterios sin resolver. "Fiorini es un experto en trueque", decía Carlo De Benedetti (Presidente del Grupo Olivetti S.p.A), al periódico Sunday Times de Londres. "Fiorini puede cambiar un pájaro en una vaca y luego en una moto". Los dos buscavidas, Parretti y Fiorini, se propusieron crear una vasta serie de compañías fantasmas que oscurecerían la propiedad de todas sus adquisiciones por venir. El principal vehículo de Florio Fiorini, SASEA Financière, eventualmente tuvo más de 300 subsidiarias en todo el mundo, muchas de ellas entrelazadas con las compañías tenedoras de Giancarlo Parretti, que finalmente estaban controladas en su totalidad por una oscura entidad que manejaban ambos llamada Comfinance S.A. (una corporación financiera offshore con sede en Panamá).
Desde mitad de los ochenta, el financista italiano caminaba fuerte en el mundo de los negocios, construyendo su fortuna sobre los hombros de los políticos. Primero con el demócrata-cristiano Graziano Verzotto. A Verzotto lo conocía muy bien desde que era joven, cuando este ya era un poderoso magnate y jefe político de Sicilia. Verzotto lo contrató para trabajar como camarero y maître en uno de sus hoteles, la Villa Politi en la ciudad siciliana de Siracusa y allí entabló una sólida amistad con él; No pasó mucho tiempo antes de que Parretti dirigiera el hotel y convertirse en el protegido y confidente de Verzotto. El futuro financiero había conocido a su primer ángel. En 1975 una investigación del gobierno italiano reveló que Verzotto había aceptado sobornos para dirigir el dinero de Michele Sindona, el notorio banquero de la mafia con conexiones con la Santa Sede. Graziano Verzotto recibió un disparo en el brazo y fue hospitalizado, se alegó que había organizado un intento de asesinato falso para retrasar el enjuiciamiento. Giancarlo Parretti pasó tiempo al lado de su cama.
Una vez que Verzotto se recuperó huyó de Italia, y su esposa llamó a Parretti para manejar sus intereses comerciales, que incluían el equipo de fútbol de Siracusa. Parretti pagaba al equipo cada semana con una bolsa llena de efectivo. Nadie sabía de dónde venía el dinero y el equipo finalmente quebró. Años más tarde la investigación subsiguiente produciría una acusación por fraude. Al principio, Giancarlo Parretti estaba haciendo algo más que quebrar a un equipo de fútbol, estaba construyendo una hoja de antecedentes penales-por violar las leyes de valores públicos, conspirar para cometer daños corporales y emitir cheques falsos, aunque nunca cumplió una condena significativa. En 1976 formó una cadena de periódicos llamada Il Diario en varias ciudades italianas. Finalmente, los periódicos también irían a la bancarrota, dando lugar a una condena por fraude, pero no antes de que Parretti, como editor, formara una estrecha relación con dos hermanos que eran destacados activistas del Partido Socialista, Gianni y Cesare DeMichelis. La relación sería crucial con el primero más tarde, cuando Parretti estaba tratando de pedir prestado más de mil millones de dólares y Gianni DeMichelis se había elevado a Ministro de Relaciones Exteriores de Italia. Las acusaciones de fraude siguieron llegando. En 1984, Parretti fue acusado de fraude en la quiebra de la compañía hotelera en Sicilia; ese mismo año fue procesado en Sicilia por falsificar un bono de ahorro. En 1986 ganó el control de un periódico socialista en París, Le Matin, que también quebró un año después. La tercera persona importante en la vida del financiero italiano era el Primer Ministro de Italia, el socialista Benedetto "Bettino" Craxi. También tejió acuerdos con el respetado empresario italiano Giuseppe Cabassi y especialmente con el empresario y magnate de los medios privados Silvio Berlusconi (a quien por su gran amistad lo puso dentro de su nómina de inversiones extranjeras). A mitad de los ochentas,  Parretti comenzaba sus primeras maniobras de compras en España adquiriendo Meliá International: una empresa española de hoteles y viajes, y finalmente una inmobiliaria llamada Renta Inmobiliaria; también con adquisiciones de compañías de seguros en Italia con su socio Fiorini.

Parretti comienza a poner sus ojos en la compañía Cannon Films

Es durante este período que los dos financieros italianos probaron suerte por primera vez el negocio del cine, muy lejos de Hollywood. En 1986, una organización católica romana con la que Giancarlo Parretti había trabajado en Roma le pidió que supervisara la producción una nueva versión del film Bernadette: la historia de una campesina francesa asmática de 14 años que en 1858 tuvo varias visiones con la Virgen en la ciudad de Lourdes, hecho que le permite curarse de su afección y posteriormente ser santificada. A Parretti le encantó la idea y en una oportunidad le confió el proyecto al realizador francés Jean Delannoy, pero Fiorini estaba incómodo haciendo una película religiosa e insistió en que Parretti venda su interés en Bernadette al distribuidor del film, "por tres liras si es necesario", y elimine su nombre de la producción cinematográfica.
Delannoy terminó no solo dirigiendo Bernadette, sino que coescribió el guion junto a Robert Arnaut, contando con las actuaciones de Sydney Penny interpretando a Bernadette Soubirous y Jean-Marc Bory como el Cura Peyramale. Para tal fin se armó la sociedad Bernadette Associates International S.A. que se encargó de financiar esta coproducción entre Suiza, Francia y Luxemburgo, los integrantes eran las empresas Interport Holding S.A. de Parretti, SASEA Financière de Florio Fiorini y la productora Les Films de Etoile D'Or. Cuando el financiero se encontraba en el MIFED buscando un distribuidor del film, los que se presentaron interesados fueron los primos Menahem Golan y Yoram Globus que buscaban estrenarla con su división Cannon France.
Desde fines de la década del ochenta la productora y distribuidora The Cannon Group Inc. se encontraba enfrentando desafíos muy complicados: primero desde marzo de 1987 la compañía se encontraba en medio de una crisis financiera por problemas derivados de su expansión demasiado rápida y la producción de demasiados fracasos de taquilla. Esto derivó en ese momento que Giancarlo Parretti decidiera con más fuerza que quería comprar al distribuidor de su película Bernadette, ya que la compañía tenía una gran sede en Los Ángeles, cotizaban en la Bolsa de Nueva York y además eran los mayores operadores de salas de cine en Europa. A principios de 1987 un petulante Parretti le mostró el balance de Cannon Films a su socio Fiorini durante un desayuno en el Hotel Intercontinental de París. "¡Parretti, que Dios te mate!" exclamó Fiorini: "¡Te envío a vender una película y regresas con ganas de comprar un estudio completo con un billón de dólares en deudas!" La deuda del Grupo Cannon era en realidad la mitad de mil millones, pero aun así la empresa estaba al borde de la bancarrota y el financiero italiano vio la oportunidad para ingresar formalmente al negocio del cine, con la adquisición de una participación accionaria en The Cannon Group, Inc. Sus contadores se negaron a certificar sus libros sin una carta de presentación que levantara las banderas rojas. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) estaba llevando adelante un escrutinio federal sobre sus registros financieros, con cargos de falsear fraudulentamente datos sobre el estado de la compañía e investigando una recaudación de 339 millones de dólares bajo falsas pretensiones; Por otro lado, las ya indisimuladas discrepancias entre Menahem Golan y Yoram Globus por el manejo de las líneas de financiación de crédito y las preventas hicieron mella en sus trabajos en conjunto y fueron susceptibles de la adquisición accionaria, ya que lo vieron como una forma de salvar a su productora Cannon.
Parretti convenció a Florio Fiorini de que podían vender algunos de los activos de Cannon y obtener el control de sus propiedades más valiosas, pero necesitarían la aprobación de la entidad bancaria principal de la productora. Casualmente el Banco era la sucursal neerlandesa del Crédit Lyonnais. El Festival de Cine de Cannes estaba a punto de abrir una nueva jornada el sábado 9 de mayo del 87 (el tercer día del festival). Golan y Globus invitaron a Giancarlo Parretti a encontrarse con su banquero Frans Afman, que era la cabeza principal en los préstamos del CLBN para Hollywood, en su lujosa suite del Hotel Carlton a las 8 de la mañana. Tan pronto como el banquero elegantemente vestido cruzó la puerta, según las fuentes que presenciaron la escena, Parretti lo señaló con el dedo y gritó: "¡Tú, Afman!"
-"Sí". Respondió Afman, desconcertado.
-"¿Cuánto dinero ganas en ese Banco?" Giancarlo Parretti gritó en inglés muy acentuado.
Afman vaciló. Había otras personas en la suite.
-"¡Lo doblo!" gritó Parretti.
Frans Afman mirando a Globus dijo "¿Es esto una broma?"
-"¿No es suficiente?", Giancarlo Parretti continuó, "¡Lo triplico! Triplico tu salario, si vienes a mi compañía".
-"Espere un momento, señor Parretti", respondió Afman en voz baja, acomodándose en un sofá con su asistente Ria Jankie frente al financista italiano. "No estoy aquí para discutir mi salario con el Banco. Estoy aquí para discutir su posible inversión en Cannon". Pero Parretti no cedió. Finalmente, Afman dijo: "Tendría que renunciar a mi trabajo en Crédit Lyonnais". Parretti sonrió y respondió: "Eso no será necesario".
Solo entonces Frans Afman comprendió lo que Parretti estaba ofreciendo: un soborno del triple del salario del banquero si iba a trabajar en secreto para él mientras seguía otorgando préstamos de entretenimiento en el CLBN. Frans Afman nunca había sentido tanta repulsión por otro ser humano; no era la propuesta de soborno en sí, ya que Afman había sido comprado antes, pero fue la actitud de Parretti gritando una oferta de soborno en una habitación llena de gente lo que lo ofendió. Si el descaro de Parretti era repulsivo, su vulgaridad era peor, según los testigos. Mientras hablaban, Giancarlo Parretti comenzó a mirar a Ria Jankie, una mujer de negocios atractiva y completamente profesional, de una manera abiertamente lasciva mientras hacía un gesto hacia sus genitales. Jankie estaba disgustada, al igual que Afman. Se miraron con disgusto pero pese a lo embarazoso de la situación se quedaron. Al finalizar la reunión, Yoram Globus en un gesto de distensión luego se disculpó con Jankie.

-Frans J. Afman: conocido en la industria cinematográfica como “el banquero de Hollywood”.

Frans Afman no estaba impresionado por la propuesta del empresario italiano para refinanciar The Cannon Group, incluso después de que Parretti lo expresó en francés e inglés y bosquejó varias listas. "Esta no es una propuesta financiable", dijo Afman a Parretti. "No hay nada que yo pueda hacer". Parretti se puso de pie ofendido: "Voy a tomar mi avión privado y volar a Rotterdam para encontrarme con su presidente. Puede perder su trabajo".
-"No necesitarás ir a Rotterdam", respondió Afman con falsa confianza. "Georges Vigon está aquí". Vigon, el Jefe del Crédit Lyonnais Nederland NV (CLBN), estaba de vacaciones en la cercana Niza y al burócrata bancario le gustaba la industria del entretenimiento, sintiéndose a gusto en los Festivales de cine, especialmente el de Cannes, Francia; es por eso que se mantuvo a cargo de los préstamos de Hollywood, especialmente para productoras independientes que realizaban películas clase B.
Al día siguiente, Georges Vigon condujo hasta la ciudad de Cannes y se reunió con Giancarlo Parretti para almorzar en la terraza del Hotel Majestic; Yoram Globus se unió a la reunión, Florio Fiorini no quiso meterse en el asunto y permaneció sentado en silencio, mientras que a Frans Afman no se veía por ninguna parte. Las palabras de Parretti resultaron proféticas: fue el principio del fin de la carrera de Afman en el CLBN. Vigon extrajo del centro de la mesa un pedazo de pan francés blando y lo comprimió en cubos, sacó un bolígrafo, los marcó como dados y jugó con ellos mientras escuchaba las propuestas de Parretti para el futuro de Cannon. Gente del cine de todo el mundo se detuvo en la mesa para presentar sus respetos, Parretti coqueteó con las estrellas mientras Globus aprovechó el momento para retirarse. Al final de la tarde, Vigon, Parretti y Fiorini habían llegado a un acuerdo. Georges Vigon terminó muy complacido por el régimen de joint-venture en el que los dos italianos manejaban sus proyectos inversores (mayormente negocios de renta inmobiliaria y seguros), En la charla los tres hablaron sobre la posibilidad de expandir aún más sus negocios en la industria del cine, por lo que inmediatamente Vigon prometió su ayuda para prestarles dinero del Crédit Lyonnais cuando hicieran sus futuras adquisiciones. Después de una sola reunión, el Presidente de la filial neerlandesa de uno de los Bancos más grandes del mundo, y con solo ver al financiero italiano una sola vez en su vida, acordó (contra el consejo de su principal oficial de préstamos), cederle una parte del control de The Cannon Group que estaba en graves dificultades económicas.


Georges Vigon, de vuelta en Rotterdam después de la reunión en Cannes, ordenó una investigación de antecedentes. El informe fue entregado el 22 de julio de 1987 y detalla el verdadero alcance de la hoja de antecedentes penales de Parretti. En realidad, un indicio de estos antecedentes habían aparecido un mes antes en la primera presentación del Grupo Cannon ante la SEC sobre la inminente adquisición del financista italiano; Como lo exige la ley, Cannon informó diligentemente que Parretti estaba "sujeto a un proceso penal pendiente en Nápoles-Siracusa, Italia", y los periódicos Los Angeles Times y el Wall Street Journal informaron el asunto en ese momento. Como complementación, el Banco recibió un informe por separado sobre la participación de Fiorini en escándalos bancarios y sobornos políticos. Sin inmutarse por los escritos, Vigon y sus colegas burócratas aprobaron la adquisición accionaria de Parretti y Fiorini de The Cannon Group mediante un préstamo de 250 millones de dólares.

Continuará...

¡Hola! Comienza un nuevo mega informe y estoy muy contento de poder presentárselo a ustedes. Me llevó muchos años poder concretarlo en su forma definitiva, pero finalmente llegó el día de que vea la luz. Mi plan es ir intercalando estas entregas con el comic de Subspecies para que sea más dinámico y ameno su lectura para todos ustedes.

Hasta el mes que viene.
Federico

jueves, 10 de abril de 2025

Subspecies #1 (1/2) Eternity Comics - Full Moon Entertainment Comics (4 números) Mayo 1991

Continuará...

Hola a todos! Comienzo con un proyecto que anuncié en mi perfil de Facebook a fines del año pasado: publicar la adaptación al comic de Subspecies de los noventa. En verdad este proyecto estuvo demorado diez años y por distintas causas nunca puede concretarlo. Finalmente llegó el tiempo de ocuparme de traducirlo y compartirlo con ustedes. El formato de publicación será igual al que utilicé con las adaptaciones de los dos comics de Puppet Master, esto es mediante medio número por posteo.
El mes que viene regresaré con un nuevo material interesante para el blog, saludos!!

Federico