martes, 25 de noviembre de 2025

La historia (jamás contada) de Giancarlo Parretti: los préstamos fraudulentos con el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood y la caída del cine clase B Cuarta parte

Paretti con la actriz Meryl Streep durante un evento. Streep fue la protagonista de la película A Cry in the Dark (también conocida por su título original Evil Angels) coproducida por la Cannon en 1988.

La Cannon se transforma en Pathe

Todo esto comenzó cuando el financiero italiano Giancarlo Parretti hizo una oferta en 1989 para comprar tanto las compañías Empire Pictures y Trans World Entertainment, a lo que el Crédit Lyonnais se negó rotundamente, esto debido a que los banqueros franceses mantenían una fuerte asociación con Sarlui a través de Epic Productions. Pero en cambio lo que si realizaron los burócratas del Banco, con Georges Vigon a la cabeza, fue abrir una línea de crédito y le prestaron un total de 2.000 millones de dólares (a cambio de más sobornos), para hacerse cargo totalmente de la insolvente Cannon Films, ya que Menahem Golan y Yoram Globus tenían una deuda con la división neerlandesa del Crédit Lyonnais de más de 500 millones de dólares y había que salvar de alguna manera a la compañía. La empresas de Parretti y Fiorini lograron la adquisición de todas las acciones de The Cannon Group, Inc. y el 30 de enero de 1989 fue renombrada como Pathe Communications Corporation. Con parte del dinero prestado se pudo pagar la vieja deuda de la Cannon, pero los dos socios financieros italianos todavía tenían mucho dinero disponible para trabajar: la línea de crédito del CLBN a Pathe y entidades corporativas relacionadas se extendió, de 600 millones en 1988, a más de 1 mil millones para el año 1989.
Yoram Globus se quedó en, la ahora reconvertida financieramente, Pathe Communications en un cargo ejecutivo principal; mientras que Alan Ladd Jr. ocupó los cargos de Chairman y Director Ejecutivo en la división de cine Pathe Entertainment. Ladd fue un ex-presidente de MGM/UA desde 1985 y era un respetado productor ejecutivo que llegó a manejar su propia compañía, The Ladd Company, hasta que fue comprada por Warner Bros. Pictures en 1984. La flamante compañía incluso ambicionó rescatar la quebrada productora De Laurentiis Entertainment Group (DEG) y comprar New World Pictures y Kings Road Entertainment (que había producido el film Kickboxer para Pathe durante ese año), pero nunca se pudieron concretar esos negocios financieros: fue superado en la oferta para adquirir New World y Kings Road, y el trato para hacerse de la productora De Laurentiis finalmente fracasó.

Imagotipo de Pathe Communications.

El nombre Pathe Communications se puso como un intento provisorio de presión por parte del financiero italiano para poder adquirir también la productora de cine Pathé-Cinéma en Francia; Se llevó a cabo un plan en el que se propuso una oferta de compra durante el mes de diciembre de 1988, por un valor estimado en 157 millones de dólares a sus dueños de aquél entonces: el Banco galo Rivaud que poseía el 52% de Pathé y las empresas Compagnie Financiere de Suez, la compañía de agua francesa Lyonnaise des Eaux y la Societé Generale de Belgique S.A. con el 48% restante. La idea era hacer una triangulación vía la sociedad MT Investissement del empresario Max Théret (en el que Parretti estaba involucrado) para que sea el comprador final de la productora, y así poder hacer negocios con la enorme red de distribución que tenía la Cannon en los Estados Unidos, sacándole todo el provecho al enorme archivo fílmico de Pathé en ese país. El hecho comenzó a despertar sospechas en el gobierno francés y encomendó una exhaustiva investigación sobre el historial de Parretti; los funcionarios descubrieron un pasado oscuro sobre sus antecedentes y todas las relaciones comerciales anteriores, entre las que se encontraba el cierre de una cadena de periódicos, además de las preocupaciones manifiestas que tenían sobre su carácter personal. Finalmente el día miércoles 1 de agosto de 1990 Francia le frustró el acceso al histórico estudio galo y el acuerdo no se concretó.
Mientras tanto, los primos israelíes Golan y Globus desde que se separaron del negocio de Cannon no se hablaron durante tres años, ya que el orgullo de Menahem hizo que le terminara echando la culpa de todos estos problemas directamente a su primo y eso marcó el fin de su relación comercial. Para eso Golan se fue citando diferencias tanto con Giancarlo Parretti (el nuevo dueño vía Pathe Communications) y con Yoram, una noticia que se dio a conocer entre el martes 28 y el miércoles 29 de febrero de 1989 en los medios de comunicación de Los Angeles. De todas maneras, la “nueva Cannon” realizó en ese entonces (por iniciativa del propio Globus junto a Parretti) un acuerdo de financiamiento por cuatro años con la 21st Century Film Corporation, en la que se le iban a proporcionar $160 millones de dólares a Golan, como parte del paquete de su indemnización, para poner en producción 17 películas a un costo promedio de alrededor de 9 millones de dólares por título. En ese momento se negoció que la 21st Century recibiría, además, 3 millones de dólares anuales para gastos de funcionamiento y un fondo de 6 millones de dólares adicionales para proyectos de desarrollo; Todo a cambio de que la Cannon ejercería un control administrativo y creativo sobre todas las películas producidas por la nueva compañía de Golan, donde él iba a recibir el 20 por ciento de los beneficios netos de cada película. Sin dudas la sombra del inefable Giancarlo Parretti estaba presente en todos lados.
El inefable Parretti continuó manejando Cannon Films y sus pobres decisiones empresariales y financieras levantaron sospechas en la industria del cine (y una vez más de la SEC). El financiero italiano el día 23 de mayo de 1989 contrató al prolífico productor de cine, guionista y director greco-italiano Ovidio G. Assonitis, que se convirtió en el segundo Presidente y Director Ejecutivo/CEO de la división Cannon Pictures Inc., mientras que la compañía, luego de unos pocos meses, era ahora separada de MGM-Pathe. Assonitis incluso llegó a pagar 500.000 dólares por una participación del 20.6% de 21st Century, por lo que tenía derecho en ese paquete a usar el nombre y el logotipo de Cannon durante 30 años. Por iniciativa del propio Giancarlo Parretti en 1990, quién con la nueva reorganización buscaba convertir a la Cannon Pictures, Inc. en el brazo de distribución de bajo presupuesto de Pathe Communications, negoció un financiamiento con "fuentes europeas" que nunca se especificaron, para permitir que la Cannon pudiera realizar hasta 10 películas al año durante el período de seis años, con un presupuesto promedio de 3 millones de dólares cada una, mientras que Pathe Services (otra división de Pathe Communications) iba a tener los derechos de distribución.
Lo que se buscaba era que el veterano productor Assonitis le diera un nuevo rumbo en la realización de los futuros proyectos, pero permaneció en ese cargo por muy poco tiempo ya que fue despedido en 1991 y reemplazado por Christopher Pearce, que en ese momento tenía el cargo de Director de Operaciones en Pathe. Hay que decir que Pearce fue quién se desempeñó como productor asociado durante la era de Golan-Globus y hombre clave en el manejo de Cannon International en los ochentas, pasando ahora a ser el nuevo Presidente y Director Ejecutivo (CEO) de la reorganizada Cannon Pictures, cargo que mantuvo desde 1991 hasta 1994. Assonitis posteriormente recibió un fallo por un valor de 2,9 millones de dólares de parte de Pathe Communications por el incumplimiento del contrato que había firmado con el financista italiano.

Durante 1989 nuevamente la sociedad Bernadette Associates International junto a Cannon Film Distributors realizaron otra película, en este caso coprodujeron el film filipino-francés Orapronobis (conocida internacionalmente como Fight for Us). Dirigida por Lino Brocka y con un guion de José María Flores Lacaba, el propio Giancarlo Parretti fue co-productor ejecutivo.

Pathe Communications registró pérdidas durante el segundo trimestre de 1989, por lo que el Banco Central del Reino de los Países Bajos, preocupado por los crecientes préstamos, impuso en la primavera de ese año un límite crediticio al CLBN de 200 millones de dólares por cliente o grupo de clientes relacionado. La exposición del Banco al Grupo Parretti-Fiorini ya excedía los 900 millones de dólares, pero en lugar de reducir esa exposición de préstamos, el Crédit Lyonnais Nederland NV conspiró con Fiorini y Parretti para expandirla mientras hacía parecer que se estaba reduciendo. En una de esas artimañas, el Banco neerlandés y los prestatarios se propusieron hacer parecer que Pathe Communications había reducido su deuda con el banco en 184 millones de dólares. Una empresa llamada Cinema V, supuestamente controlada por el magnate de los medios de comunicación italiano Silvio Berlusconi, que recién se había incorporado en los Países Bajos, compró el grupo de salas de cine de Pathe (ex-Cannon) en Inglaterra y Los Países Bajos por un monto de 184 millones de dólares. Pathe usó el dinero para pagar la deuda combinada de Parretti-Fiorini en CLBN, pero en verdad era todo un engaño ya que Cinema V era un caparazón creado por Fiorini, con el conocimiento no solo de Jacques Griffault y Jean-Jacques Brutschi del CLBN, sino también de Georges Vigon manejando el Crédit Lyonnais en París con el único propósito de engañar al Banco Central del Reino de los Países Bajos; Los 184 millones no fueron puestos por Silvio Berlusconi en absoluto (de hecho es posible que no supiera que su nombre se usó en la transacción), sino que el CBLN lo había puesto para evitar decirle al Banco central que Parretti y el Crédit Lyonnais controlaban ambos extremos de la transacción, y que la cartera de préstamos de Giancarlo Parretti y Florio Fiorini aún se estaba expandiendo.
El banquero Frans Afman ya no dirigía los préstamos de entretenimiento del Crédit Lyonnais Nederland NV, pero como consultor seguía atendiendo a varios de sus antiguos clientes. Trató de desconectarse de la nueva información sobre Parretti y Fiorini. Sintió que su relación con el Banco estaba fuera de control y pensaba que tarde o temprano llamaría la atención de la policía estadounidense. Siempre que estaba en los Estados Unidos se sentía mareado, esperaba que los agentes del FBI o los investigadores de la SEC llamaran a su puerta con citaciones. Una noche, en una proyección en el Writers Guild of America (el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos) en Wilshire Boulevard, Afman fue abordado por el gerente de CLBN a cargo de la cuenta de Parretti, un joven nervioso llamado Dirk van Swaay.
-"Necesito hablar contigo con mucha urgencia", susurró van Swaay. "Necesito tu consejo. Se trata de Parretti".
-"Lo siento, no quiero hablar de él". Respondió Afman
-"Pero necesito decirte algo" Insistió Van Swaay.
-"No, no quiero escucharlo". Dijo Afman levantando la voz, tratando de alejarse.
-"¡Ahora estamos en más de mil millones de dólares!" Van Swaay gritó, corriendo tras Afman.
El fax de 28 páginas enviado por un detective privado europeo al director de una compañía cinematográfica independiente de Hollywood, en agosto de 1989, tenía como título ESTRICTAMENTE PERSONAL Y CONFIDENCIAL. Dos años después de que el Crédit Lyonnais recibiera su informe de antecedentes sobre Giancarlo Parretti, y luego procediera a prestarle cientos de millones de dólares, algunas personas de Hollywood cuyo negocio estaba solicitando Parretti estaban ordenando sus propias reuniones informativas a investigadores privados en Francia e Italia. Además de detallar los antecedentes financieros de Parretti y Fiorini, el nuevo informe especuló sobre los orígenes de los fondos del primero. "Una fuente cree que el dinero proviene de socialistas italianos con acceso a fondos del gobierno, o que el efectivo representa parte de las ganancias del Banco Ambrosiano" (la derrumbada entidad italiana fundada en 1896 y cuyo Presidente fue Roberto Calvi, apodado "el banquero de Dios") Afirmó el detective. "También ha habido informes persistentes (procedentes de funcionarios del gobierno italiano y ex socios de Giancarlo Parretti) de que tiene vínculos con la mafia siciliana y ha estado involucrado en lavado de dinero". El destinatario del informe le transfirió con gratitud al detective su tarifa de 25.000 dólares. Parecía un pequeño precio a pagar por evitar enredos con la dupla de financistas Parretti y Fiorini.

Giancarlo Parretti se muestra contento ante el Presidente Ronald Reagan en 1989, a su lado la primera dama Nancy Reagan.

Las duras negociaciones en Hollywood

Durante 1990 Parretti había estado mirando con mucha atención a la compañía MGM/UA Communications Company por más de un año, el emblemático estudio que había vuelto a manos del magnate y empresario billonario de Nevada Kerkor "Kirk" Kerkorian desde 1986. Había encontrado la pieza central perfecta para el imperio global que aspiraba a construir, por eso el 6 de marzo Pathe Communications ofreció a Kerkorian 1.25 mil millones de dólares para quedarse con el estudio Metro-Goldwyn-Mayer. 
El Banco CLBN le emitió un adicional de 888 millones de dólares en un ambicioso plan para fusionar Pathé con la compra de MGM, ya que estaba muy interesado en que los empresarios y financistas italianos Giancarlo Parretti y Florio Fiorini concentraran todas sus operaciones de realización, distribución y ventas de películas en una gran compañía. Kerkorian aceptó y les dio a Parretti y Fiorini cuatro meses para reunir el dinero, tendrían que pagar depósitos no reembolsables de Kerkorian de un valor estimado en 50 millones de dólares al mes hasta que se cerrara el trato. Steve Ross, Presidente de la compañía Time Warner, negoció 650 millones de dólares con Parretti a cambio de los derechos para distribuir por televisión y video las películas del estudio que no eran propiedad de Turner Broadcasting System. Ross condicionó su oferta a que Parretti recaudara el resto del dinero para adquirir el estudio del león en forma de capital en lugar de deuda. Tanto Hollywood como Wall Street se mostraron escépticos: mientras que el Crédit Lyonnais podía ofrecer préstamos sin fin, no podía crear inversores.
La responsabilidad última del Banco con sede en París recaía en su Presidente y Director Ejecutivo Jean-Yves Haberer que había participado activamente en la financiación de Giancarlo Parretti y Florio Fiorini por parte de su filial neerlandesa. Haberer estaba en el consejo de supervisión del CLBN. De hecho, una de sus primeras decisiones importantes después de tomar el timón del Crédit Lyonnais había sido aprobar la financiación del CLBN en el intento de adquisición de Parretti de la productora francesa Pathé Cinema. Y cuando el Banco Central de los Países Bajos expresó su alarma de que el CLBN estaba prestando demasiado dinero a Parretti, Fiorini y sus innumerables corporaciones, Haberer intentó describir a Parretti y Fiorini como prestatarios independientes entre sí, individuos que deberían analizarse por separado. El Banco Central rechazó ese razonamiento y para resolver la disputa, Haberer hizo que la matriz francesa del Crédit Lyonnais emitiera una garantía de las obligaciones del CLBN con Parretti y Fiorini y, al mismo tiempo, prometió reducir esas obligaciones. Como ejemplo de tales reducciones ya implementadas, citó la transacción falsa que involucra la "compra" de Cinema V por 184 millones de dólares al grupo de salas de cine de Pathe Communications; la que Florio Fiorini armó en secreto como un ardid explícito para parecer que la deuda se borraba cuando no lo era.
La situación se puso más complicada en marzo de 1990, cuando un tribunal de Nápoles condenó a Giancarlo Parretti por fraude en relación con la quiebra de sus periódicos del grupo Il Diario. Fue condenado "in absentia" (en rebeldía por no estar presente durante el juicio) a tres años y medio de prisión y el financiero italiano tuvo que apelar. Steve Ross comenzó a tener sus dudas, estaba preocupado por los informes sobre los problemas criminales de Parretti en Italia. Y un día, hizo un descubrimiento sorprendente: el financiero italiano le había dado a Ross lo que parecía ser un dibujo de Picasso valorado en millones, Ross había entregado la pieza a la Time Warner, donde había llamado a un tasador para asegurarla. El tasador le manifestó que el dibujo era falso (más tarde se supo que gran parte de la colección de arte de Parretti no era genuina), entonces Steve Ross retiró su compromiso de 650 millones y Parretti no logró producir inversores de capital.
Con la pieza central de su financiación desaparecida repentinamente, los socios Parretti y Fiorini enfrentaron una crisis. Ya le habían pagado a Kirk Kerkorian 200 millones de dólares que no eran reembolsables y éste les otorgó una extensión hasta octubre, pero elevó el precio de MGM/UA Communications Company a 1.34 mil millones de dólares. Además, al magnate Kerkorian le debían pagar 50 millones más cada mes. El Crédit Lyonnais había financiado subrepticiamente más de dos tercios de los depósitos mensuales hasta el momento, pero los primeros mil millones de dólares, conseguidos con sobornos, fueron fáciles. Los segundos mil millones de dólares resultaban un orden de magnitud diferente y podrían requerir otro tipo de incentivo. Como lo habían hecho en el pasado, Giancarlo Parretti y Florio Fiorini recurrieron a amigos en las altas esferas de poder italianas en busca de, lo que Fiorini llamaría más tarde en una declaración escrita, "ayuda desde arriba" (sic). Parretti consultó a su socio de mucho tiempo Gianni DeMichelis, el ministro de Relaciones Exteriores de Italia quien, según el relato de Florio Fiorini, sugirió que él y Parretti vean al propio Primer Ministro Bettino Craxi. DeMichelis posteriormente negó el relato de Fiorini.
El socialista Craxi recibió a ambos en Roma, en la sede del Partido Socialista en la Vía del Corso. En su bolsillo Fiorini llevaba dos "certificados al portador", extraídos el 10 de julio de la sucursal de Milán de la Banca Novara Suisse, uno por 600 millones de liras (entonces unos 485.000 dólares) y el otro por 200 millones de liras. Eran certificados a cualquier "portador" que podría cobrar sin referencia a su origen; Parretti y Fiorini le dijeron que necesitaban una "intervención de alto nivel" en el Crédit Lyonnais. Según la declaración escrita de Fiorini, el Primer Ministro italiano les sugirió que vincularan el acuerdo de MGM con una importante negociación comercial en curso entre los gobiernos de Francia e Italia. El gobierno francés estaba tratando de persuadir al gobierno italiano para que comprara una nueva red ferroviaria de alta velocidad a los fabricantes de Francia en lugar de Alemania. Bettino Craxi dirigió su mirada a Parretti y le recomendó que hiciera otra visita a su amigo el canciller DeMichelis; Quizás Gianni DeMichelis podría convencer al presidente de la compañía ferroviaria estatal italiana, Lorenzo Necci, de condicionar cualquier acuerdo de Italia para comprar trenes de alta velocidad de Francia al buen trato de Giancarlo Parretti por parte del Crédit Lyonnais. Después de la reunión, según el comunicado de Fiorini, entregó el certificado al portador de 600 millones de liras al tesorero del Partido Socialista, Vincenzo Balsamo, y le pidió que le recordara a Bettino Craxi su conversación.
Parretti cenó con DeMichelis en el cercano Hotel Plaza y le pidió que "interviniera" para lograr un quid pro quo (algo a cambio de algo) entre el acuerdo ferroviario y el acuerdo con MGM, le entregó el certificado al portador de 200 millones de liras a la secretaria de Gianni DeMichelis. Florio Fiorini tenía la seguridad que Gianni DeMichelis hizo una llamada al presidente de la compañía ferroviaria italiana para indicarle que mencionara el interés de Italia en que ellos tomen el control de MGM, y que cualquier ayuda del Crédit Lyonnais sería debidamente apreciado por las autoridades que tenían que decidir la aprobación del acuerdo del tren de alta velocidad.
El propio Fiorini tuvo una conversación con el mismo zar ferroviario Necci, le mencionó que él y su socio necesitaban ayuda con el Crédit Lyonnais, que el banquero Haberer iba a ir a verlo personalmente para hablarle sobre el tren de alta velocidad y mencionarle que tenga una mirada benévola sobre las empresas de los financieros. Giancarlo Parretti y Florio Fiorini luego viajaron a Niza e informaron del asunto a Georges Vigon en su casa de fin de semana. Vigon sugirió que también deberían ver a Alexis Wolkenstein: el Jefe de Vigon que era el gerente general a cargo de los asuntos internacionales del Crédit Lyonnais, quien informaba directamente a Haberer y aspiraba a sucederlo.
Es de suponer que Wolkenstein agradecería la oportunidad de congraciarse con el gobierno francés, que algún día estaría eligiendo un sucesor de Haberer dentro de la banca estatal francesa. Parretti y Fiorini acordaron que el canciller italiano DeMichelis se reuniera con Wolkenstein y, poco tiempo después, el gobierno de Italia eligió al Banco francés Crédit Lyonnais y a Jean-Yves Haberer para liderar la financiación del consorcio de trenes.

Continuará...

Buenas noches, en este lado del mundo!! :D ¿Cómo están? Les traigo una nueva entrega de la interesantísima historia del lado B de Hollywood: negocios espurios, manejo de dinero sin control, deudas y más deudas... por ahora la productora y distribuidora Cannon fue reconvertida y Paretti está dispuesto también a quedarse con la compañía del león emblema de Hollywood... veremos que sucede.
El mes que viene vuelvo con una nueva entrega del comic de Subspecies.

Nos leemos el mes que viene.
Federico

sábado, 25 de octubre de 2025

Subspecies #2 (2/2) Eternity Comics - Full Moon Entertainment Comics (4 números) Junio 1991


Stefan ha atacado y ahora Radu quiere realizar el contraataque. La historia sigue una confrontación en aumento entre ambos hermanos y la sobreviviente Mariah en el medio. ¿Hasta dónde llegará este conflicto?

Mientras tanto, nos reencontramos el mes que viene con un nuevo posteo!
Federico

viernes, 19 de septiembre de 2025

La historia (jamás contada) de Giancarlo Parretti: los préstamos fraudulentos con el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood y la caída del cine clase B Tercera parte

El Crédit Lyonnais aprovecha y se queda con Empire Pictures

La compañía Empire International Pictures fue una distribuidora, luego ampliada en sus funciones como productora, creada por el realizador Charles Band en 1983. Tras un período de éxitos en cine y video desde 1985 (gracias al lanzamiento del film Ghoulies ese mismo año) se asoció con Vestron Video de Austin Owen Furst Jr., la editora más grande de títulos en VHS que existió en los Estados Unidos. El acuerdo se concretó en la hermosa propiedad que Furst tenía situada en Connecticut (el lugar donde Vestron tenía su cuartel central). Band necesitaba con urgencia un distribuidor y también necesitaba dinero para hacer las películas que la videoeditora distribuiría. El realizador tuvo suerte: a Austin Furst le cayeron bien tanto Charles como su segunda esposa Debra Dion; además quería sus películas para engrosar su catálogo, luego de las excelentes performances de los films de la Empire en video a través de Lightning Video (sello hermano de Vestron).

-Imagotipo de la editora Vestron Video.

Eventualmente, tras varios días de duras negociaciones, Furst y Band por fin llegaron a un acuerdo; Debra y Charles dejaron el cercano hotel donde se hospedaban y raudamente se subieron a un avión rumbo a Los Ángeles, con el trato cerrado y un cheque en la mano por 3,6 millones de dólares. Cuando aterrizaron en L.A., la influyente publicación Variety ya estaba publicando un titular que cubría la primera página sobre el acuerdo de 50 millones de dólares en total conseguido entre Charles Band y Vestron Video.

Una de las pocas fotografías que se conocen del empresario Austin Furst.

Al igual que le ocurrió a la Cannon, la compañía tuvo un enorme flujo de dinero en los siguientes años y puso en producción más películas de las que podía sostener con su presupuesto, adquiriendo también en el proceso el Castello di Giove (un castillo del siglo XII ubicado en la localidad de Giove en el centro de Italia) en una subasta por 550.000 dólares y el De Laurentiis Film Center (mayormente conocido dentro de la industria del cine por su apodo Dinocittá); Éstos eran los viejos estudios de la compañía italiana Dino de Laurentiis Cinematografica que el productor cinematográfico Agostino "Dino" De Laurentiis había dejado abandonados en Italia por una deuda impositiva; Pese a todo, todavía estaban bajo su poder y Band se los compró por 20 millones de dólares, en un negocio cerrado dentro de la propia mansión del realizador italiano ubicada en Doheny Drive (una vía que conecta Beverly Hills y el West Hollywood), al que Charles Band y su esposa Debra concurrieron para cenar.
La aprobación de Dino era obligatoria si o si, ya que como Band contó en sus memorias, el prolífico productor a comienzos de los ochenta todavía tenía influencia en sus viejos estudios construidos en la década del 60… a través del Crédit Lyonnais.
Todo esto fue posible cuando tiempo atrás, en 1984, durante una estadía en el MIFED: un famoso mercado europeo e internacional del cine y la televisión, Charles Band se encontraba prevendiendo títulos sin producir de su nueva e incipiente compañía Empire International Pictures a empresarios inversores. En una de esas rondas, Band se sorprendió al escuchar la voz del productor Eduard Sarlui que lo estaba llamando en italiano, idioma que ambos dominaban muy bien. El reencuentro tuvo aires de nostalgia, debido a que “Charlie Band” y el “Signore Sarlui” fueron una vez vecinos hacía 20 años atrás, cuando ambas familias estaban asentadas en Italia y vivían en uno de los grandes edificios del barrio Vigna Clara (cuya prosperidad y confort lo volvía parecido a Beverly Hills); Eduard Sarlui y el realizador Albert Band (el padre de Charles) eran muy amigos y allí el primero vivía con su hija Helen, que era mucho más joven que el realizador y su hermano menor Richard Band.
El encuentro daba cuenta que ambos ahora se habían convertido en productores de cine independiente: Eduard con su Continental Motion Pictures ayudado por su hija Helen Sarlui-Tucker, que se encontraba presente en el lugar, y Charles con su Empire Pictures; Para 1986 Continental se volvería el tercer estudio más importante en los catálogos del mercado cinematográfico, detrás de The Cannon Group (de Golan y Globus) y la propia Empire (en primer y segundo lugar respectivamente). Eduard Sarlui tenía grandes contactos, cosa que el joven Band carecía; luego de escuchar sorprendido que si se quedaba sin dinero la Empire iba a parar la producción de películas, por su vieja amistad le compartió su secreto: presentarle al “rey de todos los prestamistas”, ése era el banquero Frans Afman del Banco Crédit Lyonnais de los Países Bajos.
El mayor logro de Frans Afman es que inventó la financiación del cine independiente en los años setenta dentro de los Festivales de Cine; él junto a Dino De Laurentiis literalmente crearon la preventa a los distribuidores para financiar los futuros proyectos. Contar con el banquero de Dino era tocar el cielo con las manos para Band; tener a disposición una línea de crédito permitía que los potenciales compradores confiaran que en tenía una compañía seria y segura, con una fianza de cumplimiento por si llegado el caso no se efectuaba la entrega de la película. Pero además, si todo iba sobre ruedas se podía aumentar el monto de la línea de crédito cada vez más. Eduard le concertó una cita con Afman y se reunieron en la ciudad neerlandesa de Rotterdam, situada al oeste del país europeo.
En esa cena banquero y realizador buscaron conquistarse mutuamente y congeniaron de inmediato, charlando sobre cine, Roma y Los Ángeles; Para Band resultaba un hombre inteligente, bien vestido, siempre sonriente y con una elegante calva, no así para su esposa Debra que lo describió posteriormente como un “alemán gordo, malo y horrible”.
Charles Band se fue de esa reunión consiguiendo lo que quería: una línea de crédito del Crédit Lyonnais por un millón de dólares, que para 1985 ya había aumentado a cinco millones. En ese mismo año, Frans Afman lo llamó una tarde y le dedicó unas elogiosas palabras por su desempeño como realizador y empresario fílmico, pero aprovechó también la ocasión para concretarle la mencionada reunión-cena con Dino De Laurentiis en Los Ángeles; El banquero Frans conocía a la perfección el gran interés de Band por los estudios Dinocittà y le reveló que, aunque no era de dominio público, De Laurentiis todavía seguía siendo el propietario de manera no oficial, controlando el lugar a través del CLBN. Dos semanas después de la cena con Dino y su mujer, la productora Martha Schumacher (luego Martha De Laurentiis), el matrimonio Band se encontraba conduciendo hacia el sur, en las afueras de Roma, con las llaves del abandonado estudio en sus manos.
Vestron, Inc. concretó un ambicioso plan de expansión dentro de la industria del entretenimiento, tanto a nivel local como internacional, a fines de 1986 con la producción de sus propias películas; Muchas de ellas fueron fracasos de taquilla y eso produjo que la compañía entrara en una seria crisis financiera donde tuvo que reestructurar varias de sus operaciones en todo el mundo. La situación no hizo más que agravarse cuando en primer lugar se terminara de manera tajante el acuerdo de negocios con Empire International Pictures a comienzos de 1988. Durante ese mismo año, Charles Band se encontró con la difícil realidad de que ya no podía sostener su productora y esto produjo que los burócratas del Banco Crédit Lyonnais de los Países Bajos tomaran cartas en el asunto.
Irwin Yablans se encontraba en ese momento transitando sus últimas semanas de viajes entre Italia y los Estados Unidos para terminar de producir las filmaciones de Prison (1988) y Arena (1989), las últimas coproducciones que hizo con Band en la Empire Pictures. Yablans ya lo conocía de la época de Meda Home Entertainment (la primera videoeditora que tuvo Charles Band en 1978) y siempre estuvieron colaborando en la realización de algunas películas en conjunto, como por ejemplo Laserblast (1978) y Parasite (1982), por lo que se sumó a la nómina de la flamante compañía de su amigo en 1986; Curiosamente su hermano Frank Yablans (el hombre fuerte en Paramount Pictures a comienzos de los setenta) también se asentó en la compañía un mes después. La realidad era que los hermanos se odiaban mutuamente y existía una rivalidad furiosa entre ellos, donde muchas veces se llegaron a pelear con fuertes insultos y gritos en las oficinas adyacentes que tenían ambos dentro de los estudios en Italia, simplemente por competir quién demostraba tener una mejor producción.

Publicidad de 1986 anunciando que los Dino De Laurentiis Studios en Roma ahora son los Empire Studios.

En 1988 Eduard Sarlui, hombre a cargo de Continental Motion Pictures y Trans World Entertainment (esta última empresa administrada junto con sus socio Moshe Diamant), aprovechó ese momento en que se encontraba en el país europeo e invitó a comer a Irwin Yablans y a su esposa Diane a un elegante restaurant en la ciudad de Roma; En ese lugar ambos establecieron al comienzo una conversación muy informal, ya que se conocían desde hacía años cuando Yablans manejaba su propia compañía Compass International Pictures, y Sarlui fue su primer cliente extranjero en comprarle los derechos internacionales del exitoso film Halloween (1978) y otras películas que producía. Pero en esa cena trascurrida en horas de la tarde no estaban solos: Sarlui había invitado a algunos funcionarios bancarios de Crédit Lyonnais para que estén comiendo y bebiendo con ellos, hasta que en un momento la charla pasó a ser sobre el tema de Empire International Pictures y Charles Band.
Eduard Sarlui le comentó que el CLBN estaba "desencantado" con Band y que estaban buscando hacer algunos cambios; de repente Irwin Yablans tuvo la sensación de que le estaban tomando una suerte de audición para que se haga cargo de la Empire. Yablans se tuvo que retirar imprevistamente de la mesa, ya que su madre se encontraba enferma en Las Vegas y había comenzado un tratamiento que de seguro iba a llevar varios meses; Cuando se completó el film Arena regresó con su mujer a Los Angeles y de ahí voló a visitar a su madre, pero ella murió repentinamente en el hospital pocos días después. Mientras supervisaba la postproducción de Arena, quedó claro para él que Eduard Sarlui se haría cargo de Empire International Pictures. El Crédit Lyonnais Nederland NV había invertido millones en la empresa y los burócratas se habían quedado sin paciencia tras varios fracasos en cine y video, por lo que consideraban que Charles Band hacía un despilfarro de gastos y una gestión imprudente como gerente principal para con la compañía, con indicios de un uso inadecuado de los fondos para uso personal. Hay que decir que el propio Irwin Yablans consideraba que Band nunca fue el gerente más eficiente, y era de conocimiento común que gastaba dinero descuidadamente, pero aun así sus objetivos eran generalmente desinteresados. Yablans creía que Charles Band buscaba como objetivo solamente que Empire fuera una compañía de cine independiente viable y sus pecados tenían más que ver con su propio ego y las malas decisiones de gestión que con la ganancia personal.

Publicidad gráfica realizada por Empire International Pictures en 1986 aprox. para vender sus proyectos futuros y películas en desarrollo dentro de la industria cinematográfica en los mercados de cine como el MIFED (Italia) y Cannes (Francia).

Eduard Sarlui, ahora visitando Los Angeles, volvió a la carga y nuevamente llamó a Irwin Yablans un día para concertar otra reunión con los mismos banqueros del Crédit Lyonnais con quienes había almorzado en Italia, esta vez el encuentro de esa tarde giró en una conversación referida al destino de Empire Pictures, donde le comunicaron que los días de Charles Band como jefe de la compañía habían terminado, ya que el Banco estaba interviniendo con un embargo formal y reestructuraría la empresa en una nueva entidad encabezada por Sarlui y su colega Moshe Diamant, que en ese momento también eran clientes del Banco y juntos eran el dúo propiedad de Trans World Entertainment: en ese momento ya consolidado como un importante distribuidor de vídeo y cine del mercado doméstico norteamericano. La petición fue más directa para Yablans: que él formara parte de esta entidad resultante y que junto a ellos se encargara de dirigir la compañía, pero éste se excusó de la oferta principalmente, ya que desconfiaba del productor de cine Diamant, al que consideraba una persona ambiciosa, astuta y confidente de Eduard que estaba enamorado de las luces de Hollywood y sus celebridades, viéndolo como alguien que no era perfecto para el trabajo.
El productor Sarlui tuvo problemas para proponer a Moshe Diamant ante los sofisticados banqueros europeos, y ahí es donde iba a entrar Yablans como nuevo administrador, ya que necesitaban un experto de la industria con un nombre exitoso y reconocible para que se complemente con ellos dos. Para tentar su elección, Eduard Sarlui y los burócratas del Crédit Lyonnais Nederland NV le ofrecieron un acuerdo de producción muy lucrativo con la nueva compañía, ya que recibiría todas las sumas considerables que Empire Pictures le debía y que Charles Band no podía pagar, además de una garantía de dinero para producir dos nuevas películas cuyos proyectos se decidirían más tarde si aceptaba. Para colmo, durante los primeros meses de 1988 las condiciones del mercado estaban cambiando, el dólar caía frente a la lira italiana y hacer películas en Italia de repente se encareció terriblemente, aumentando los costos de producción. Para ese entonces, hacía un tiempo que el Crédit Lyonnais le acercaba una serie de títulos ya terminados para que se distribuyan bajo la marca Empire, algo que a Charles Band nunca le gustó, ya que consideraba que esta acción diluía la marca y confundía a los compradores; Si bien no tenía ningún apego por estos films, debía agachar la cabeza y aceptarlos sólo para mantener la compañía a flote.


Dentro de todo lo complejo, Band tenía dos logros positivos para sentirse orgulloso: el primero es que, en un periodo de cuatro años, Empire International Pictures ya había conseguido hacer y distribuir unas cuarenta películas, y el segundo, es que el 8 de agosto de 1988 finalmente formalizó su matrimonio con Debra Dion en una gran ceremonia con familiares y amigos en su propio castillo, el denominado “Castello di Giove” situado en la comunidad de Giove, dentro de la región de Umbria.
Luego del fracaso de la negociación con Irwin Yablans se decidió no dilatar más el asunto durante el primer trimestre de 1988 y lo primero que hizo la división de los Países Bajos del Crédit Lyonnais fue accionar su poder, entrar imprevistamente a la productora y quitar del medio a Charles Band de su posición como Presidente y Director Ejecutivo. Esto se pudo lograr en una reunión que gestionó Eduard Sarlui a través de una llamada telefónica con Charles Band que se encontraba en Los Ángeles; La reunión se hizo dentro de la oficina del propio Sarlui, el clima era tenso y rápidamente Band entendió que no estaba hablando con el hombre que alguna vez fue su antiguo vecino en la península al que conocía desde que tenía diez años, sino con Eduard: el representante del Banco neerlandés al que le había presentado años antes en el MIFED. Aquella tarde un serio Sarlui le comunicó que los ejecutivos no estaban contentos con su desempeño y que habían perdido la confianza en él, Charles trató de explicarle con las películas que tenía en desarrollo, pero fue en vano ya que no quería tener ese tipo de conversación. Sarlui le comentó también que, según los registros del CLBN, se acumuló una importante deuda de veintiséis millones de dólares. Band se sorprendió cuando Eduard le dijo que estaba dispuesto a proponer un trato en nombre del Banco: le perdonarían toda la deuda si renunciaba a Empire International Pictures, a sus oficinas de Los Ángeles, el estudio en Roma, todas las películas y propiedades intelectuales que había creado con ellos.
Eduard Sarlui lo dejó ir para que lo piense, pero Charles Band sabía que no había nada que hacer; lo habló con sus abogados, su mujer Debra y por más vueltas que le daba al asunto sus días dentro de Empire súbitamente se terminaron, no le quedó otra opción más que aceptar el trato. Aun así, el realizador negoció algunas concesiones con el Crédit Lyonnais Nederland NV y consiguió mantener en su nómina algunas películas que tenía actualmente en desarrollo, y también quedarse con el film Trancers bajo su propiedad, ya que pensaba que tenía algún valor para futuras secuelas; Lo cierto es que para el Banco era sólo una más de las cuarenta películas que estaban a punto de poseer y aceptaron las peticiones. Unos días más tarde, en la mansión de Eduard Sarlui en Beverly Hills, se firmaron los papeles del traspaso; Sarlui se encontraba exultante y en el fondo sentía que estaba ayudando a sacar de apuros a un viejo amigo de la familia.
El CLBN entonces disolvió la empresa y la reestructuró en una nueva compañía productora denominada Epic Productions bajo la administración de los mencionados Moshe Diamant y Eduard Sarlui, siendo este último el fundador y presidente; el Crédit Lyonnais le había “vendido” a esta nueva compañía todas las películas, su estudio en las afueras de Roma y además absorbiendo el resto de los activos heredados de Empire International Pictures.
Otra de las razones por las que Irwin Yablans también declinó la oferta que le propusieron en esa oportunidad, fue por la lealtad y el gran respeto que sentía hacia Charles Band; pero en esos tiempos Band sintió que lo había traicionado y que por su culpa Sarlui y Diamant dieron un golpe junto al Banco europeo, algo que no era verdad. Simplemente Yablans reflexionó que su colega realizador había desaprovechado una espléndida oportunidad y no tenía a nadie más a quien culpar por lo sucedido creyendo lo contrario. Años más tarde, tanto Irwin Yablans como Charles Band finalmente se reunieron y el primero pudo explicarle que no tuvo nada que ver con aquel golpe hacia la Empire, por lo que finalmente pudieron solucionar sus diferencias.

El productor y distribuidor Irwin Yablans.

La adquisición de Empire por parte de Epic Productions se completó en mayo de 1988. Sarlui y Diamant se instalaron como socios principales junto al CLBN para dirigir los destinos de la flamante nueva compañía dentro de la industria del cine independiente y comenzaron a inyectar dinero fresco, para terminar las películas de la reconvertida productora que todavía estaban en producción. Films como "Arena", "Ghost Town", "Robot Jox", "Catacombs" y "Spellcaster" demoraron la post producción en algunos casos entre dos y hasta tres años, debido a la línea de crédito que el Banco Crédit Lyonnais Nederland NV todavía le estaba emitiendo a la ex compañía Empire desde que se vino abajo. Inicialmente era de un monto cercano a los 50 millones de dólares y posteriormente fue aumentada a 200 millones de dólares, esto último solo bajo la condición de que Moshe Diamant consolidara Empire International Pictures en Epic y sumara a su Trans World (que tenía un archivo fílmico de gran tamaño en ese momento) para que todo eso junto se transformara, según las proyecciones de los burócratas del Banco europeo, en la compañía productora independiente más grande de los Estados Unidos.

Continuará...

Buenas noches por estos lados!!! El informe sigue su curso y, esta vez, hacemos una digresión en la trama, pero que tiene que ver con los manejos de la banca Crédit Lyonnais Nederland NV y unos viejos conocidos de este blog: Charles Band y Eduard Sarlui. Finalmente, esta parte de la historia sobre lo que en verdad ocurrió con la Empire Pictures sale a la luz en su versión completa, con todos los detalles. Algo que hasta ahora lo tocaba tangencialmente y sin la cantidad de información necesaria. En los próximos capítulos de este informe, veremos hasta donde llegaron los involucrados con su minucioso plan expansionista dentro de la industria del cine independiente.

Hasta el mes que viene.
Federico

domingo, 31 de agosto de 2025

Subspecies #2 (1/2) Eternity Comics - Full Moon Entertainment Comics (4 números) Junio 1991


Continuará...

Hola a todos! Continúo con la primera parte del segundo número del comic de Subspecies, cuya trama se vuelve cada vez más interesante.
El mes que viene regresaré con una nueva entrega del extenso informe sobre Paretti y el CLBN, esta vez con un apartado súper interesante donde se revelarán datos nunca antes conocidos! Estén atentos, 

Saludos!!
Federico 

sábado, 26 de julio de 2025

La historia (jamás contada) de Giancarlo Parretti: los préstamos fraudulentos con el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood y la caída del cine clase B Segunda parte

 Giancarlo Parretti y su nueva lujosa vida.

La vida de Giancarlo Parretti comenzó a ser cada vez como la de un emperador romano cuando se asentó en los Estados Unidos lleno de dinero con efectivo fresco del Crédit Lyonnais, junto a su esposa Maria Cecconi y a sus hijos Evelyn, Mauro y Valentina. A fines de 1988 trasladó su base de operaciones a la ciudad de Los Angeles, donde se hizo cargo de la oficina perteneciente a Dino De Laurentiis en Wilshire Boulevard, que era lujosa incluso para los estándares de Beverly Hills; luego compró una mansión en una sección particularmente grande de la ciudad de Beverly Hills, al norte de Sunset Boulevard valuada en 9 millones de dólares. La propiedad de dos acres, al pie de Coldwater Canyon, tenía un amplio jardín y estaba protegida de la calle por árboles y arbustos; la mansión de dos pisos incluía siete habitaciones, una piscina olímpica con una casa de huéspedes de dos habitaciones y hasta una cancha de tenis. La competencia con De Laurentiis continuó, ya que también pagó un auto Rolls-Royce marrón por 200.000 dólares idéntico al que conducía el productor italiano; finalmente se compró un jet birreactor marca Gulfstream IV de uso civil. Todo naturalmente comprado con los préstamos del Banco Crédit Lyonnais de los Países Bajos.
Para mostrar su aprecio por el préstamo, Giancarlo Parretti comenzó a entregarle a Georges Vigon y otros burócratas ejecutivos del CLBN obras de arte: dibujos en color supuestamente de Picasso y Miro, aparentemente por un valor de cientos de miles de dólares. También hizo un vuelo con Georges Vigon y su familia a bordo de su avión privado a la isla Bora Bora, en la Polinesia Francesa, para unas vacaciones. El Banco Central del Reino de los Países Bajos, que regula a los Bancos neerlandeses de la misma manera que la Reserva Federal a los Bancos estadounidenses, no sabía nada de los conflictos de intereses en CLBN, nada del intento de soborno de Frans Afman por parte de Parretti en el Festival de Cine de Cannes, nada de la reputación de los socios Parretti y Fiorini, y por supuesto nada de los "regalos" de Parretti a Georges Vigon. Sin embargo, a principios de 1988, el Banco Central notó el fuerte aumento de los préstamos de CLBN a Hollywood, a Parretti y Fiorini, y expresó su preocupación por la concentración de préstamos con unos pocos prestatarios en una sola industria y por un aparente desequilibrio de la deuda sobre equidad entre los prestatarios. El Director de la filial neerlandesa del Crédit Lyonnais, Georges Vigon, tuvo que entrar en acción; no exigiendo que los clientes morosos paguen los préstamos atrasados, sino canalizando nuevos fondos a su manera, a menudo a través de corporaciones fantasmas creadas para nublar el rastro del dinero. Era algo en lo que era un experto veterano: anteriormente había ayudado a la compañía Cannon a ocultar préstamos incobrables de esa manera. 
Dentro del Banco Central neerlandés se enteraron de que el banquero Frans Afman estaba en la nómina de The Cannon Group, por lo que rápidamente se emitió un memo interno manifestando que "esta doble función, en nuestra opinión, es indeseable" y pidió su terminación. Afman, quien había creado el negocio de préstamos de entretenimiento, se vio obligado a renunciar y se convirtió en consultor del Banco tratando solo con algunos de sus antiguos clientes, aunque en sus fueros internos siempre tuvo la convicción de que lo sucedido fue resultado de su choque descortés con Parretti. Con sus préstamos problemáticos ocultos y el CLBN aparentemente prosperando de manera eficiente, Vigon fue ascendido a París para encabezar todos los préstamos europeos (incluidos CLBN y, por extensión, los préstamos de Hollywood), desde el edificio central de Crédit Lyonnais en el Boulevard des Italiens. El hombre que había sancionado los conflictos de intereses de Afman y que ahora tomaba obras de arte y vacaciones en el Pacífico Sur con Giancarlo Parretti, de repente tenía responsabilidades mucho más amplias en una de las instituciones financieras más grandes del mundo. Mientras tanto, dentro del Crédit Lyonnais la oferta de ejecutivos dispuestos a ser corrompidos demostró ser amplia. El Banco nombró a Jean-Jacques Brutschi, otra estrella en ascenso, para reemplazar a Vigon en el CLBN, y a Jacques Griffault, que había dirigido la sucursal de Crédit Lyonnais en Milán y donde había conocido a Florio Fiorini, se encargó de reemplazar a Frans Afman. Tanto Brutschi como Griffault rápidamente se hicieron íntimos del financiero Parretti, que seguía manteniendo los costosos regalos a cuanto banquero burócrata se le cruzara en su camino. Jean Naville, quien había estado a cargo de los préstamos del Banco para Europa, Oriente Medio y África, fue la persona que Georges Vigon le recomendó a Parretti para que se convierta en su "consultor financiero principal" y su enlace directo con el Crédit Lyonnais. Naville fue el jefe de Vigon en París y dejó el Banco para ser un contratado del italiano, pero éste lo trataba como un siervo negociando con sus subordinados recientes Vigon, Brutschi y Griffault. Además de los préstamos, el CLBN le brindó a Parretti una amable carta de recomendación a diez meses después de enterarse de sus antecedentes penales, presentándolo como un hombre de negocios capaz y astuto, con el que disfrutaban y valoraban mucho una excelente relación comercial con su cliente.

-Yoram Globus, Menahem Golan, el actor Tony Curtis y Frans Afman.

-Frans J. Afman, el realizador Dino De Laurentiis y su esposa Martha De Laurentiis.

-El productor franco tunecino Tarak Ben Ammar, Frans J. Afman, el actor Walter Matthau y el director Roman Polanski durante un alto en el rodaje de Pirates (1986), película que The Cannon Group solo se encargó de distribuir en los cines.

-Menahem Golan, el actor Mickey Rourke y Frans Afman promocionando el film Barfly (1987), coproducción de Golan-Globus/Cannon junto a la compañía American Zoetrope de Francis Ford Coppola.

Poster del film Bernadette (1988) coescrito y dirigido por Jean Delannoy.

Para promocionar mejor el film Bernadette, a Giancarlo Parretti no se le ocurrió mejor idea que hacer una proyección especial de la película en el Vaticano, con la gran oportunidad de que el propio Papa Juan Pablo II la vea; una vez que se hicieron los arreglos necesarios viajaron a la ciudad de Roma Menahem Golan, Yoram Globus y por supuesto el propio Parretti. La curiosa escena transcurrió en la sala de proyecciones privada del Pontífice en la Santa sede; El Papa se sentó en la primera fila mientras que Golan, Globus y el financiero italiano se acomodaron en la segunda fila. Cuando terminó la película los tres vieron que el Papa Juan Pablo II, con lágrimas corriendo por su rostro, no se movió durante varios minutos. Bernadette fue primero exhibida en Francia a partir del 17 de febrero de 1988 y llegaría recién a los cines de Estados Unidos el 24 de marzo de 1989, siendo la primera experiencia cinematográfica que Giancarlo Parretti realizó para la compañía The Cannon Group en territorio norteamericano.
Durante diciembre de 1988, se organizó una fiesta de Navidad para 200 personas en su mansión de Beverly Hills, se invitó a varias personalidades de Hollywood que asistieron para conocer a ese italiano que empezaba a tener un prestigio instantáneo. Según Menahem Golan, al evento estaban Georges Vigon y Jacques Griffault, que llegaron en avión con sus familias traídas desde Europa hasta California por el propio Parretti como invitados centrales. En un momento de la fiesta, los socios italianos Parretti y Fiorini llevaron a Vigon, Griffault, Golan y algunos otros a la biblioteca a puertas cerradas. Allí le presentaron a Georges Vigon y al resto de los banqueros varios sobres que contenían certificados por 200.000 acciones cada uno, pertenecientes a una pequeña compañía de cine que cotizaba en bolsa llamada 21st Century Distribution Corp.: una vieja distribuidora creada en 1971 que estaba abandonada; también les otorgó certificados por 200.000 de las acciones warrants Clase A y 200.000 de los warrants Clase B de 21st Century, convertibles bajo ciertas condiciones en acciones ordinarias para un total potencial de 600.000 acciones ordinarias. 
-"Twenty-First Century se convertirá en una gran empresa en el negocio del cine" dijo Parretti a todos los presentes. Sus acciones "pronto podrían venderse a 30 o 40 dólares cada una". Con base en esos números, la inferencia ineludible fue que cada regalo tenía un valor potencial de entre 18 millones y 24 millones de dólares para una compañía que acababa de salir de la bancarrota. Incluso si se descartara esa posibilidad, las acciones de 21st Century se cotizaban en el mostrador a 50 centavos de dólar, si se pedía 1 dólar le daba a las acciones, excluyendo los warrants, un valor indicado entre 100.000 y 200.000 dólares.
Después de la fiesta a la mañana siguiente, Parretti voló en su jet privado junto con Georges Vigon y su familia nuevamente a la isla Bora Bora para una semana de vacaciones con todos los gastos pagados. El burócrata Vigon nuevamente quedó encantado del estilo de vida del empresario italiano, los obsequios iban a convertir a Vigon y Griffault entre los accionistas individuales más importantes de 21st Century Distribution, y por si esto no era suficiente Parretti envió el mismo "regalo" al presidente de CLBN, Jean-Jacques Brutschi, quien no había podido viajar a California para la fiesta.
Dos meses después, el Banco le prestó más de 27 millones de dólares para que efectivizara la compra. El día lunes 27 de febrero de 1989 Menahem Golan renunció a sus posiciones de Director y Vicepresidente Ejecutivo de Cannon, y Presidente y Jefe de asuntos creativos en su filial de entretenimiento para comenzar a manejar los destinos de la compañía, a la que se la renombró como 21st Century Film Corporation. Parretti, Golan y Globus compraron el 80% de 21st Century que todavía cotizaba en bolsa cuando estaba en proceso de quiebra por solo 250.000 dólares; venta a precio de costo que se efectivizó en ese mismo mes de febrero. El CLBN hizo planes para garantizar 50 millones de dólares en crédito para la pequeña empresa, por lo que significó que 21st Century también se convirtió en un cliente del Crédit Lyonnais. El cineasta israelí Menahem Golan puso en un cargo ejecutivo al productor de cine Ami Artzi para manejar los destinos de la empresa, creando un nuevo imagotipo y se pusieron en marcha para buscar inversores. Principalmente, como parte del paquete de separación de Golan de Cannon, se llevó los derechos cinematográficos de Spider-Man y el Capitán América, además de empezar a producir nuevos títulos en la productora.

Continuará...

Buenas!! Aquí regreso con la segunda parte de este megainforme sobre la vida de Paretti y Fiorini entrando con todo al mundo del séptimo arte. De a poco los negocios se complican, el dinero se impone y los que manejan el poder bancario que los apoyan se van involucrando más y más... hay que ver cómo sigue esto.

Hasta el mes que viene.
Federico

martes, 24 de junio de 2025

Subspecies #1 (2/2) Eternity Comics - Full Moon Entertainment Comics (4 números) Mayo 1991

 

La confrontación ha comenzado... Próximamente, arrancamos con la primera parte del segundo número de esta gran historia. No se la pierdan!!!
El mes que viene seguimos con más del interesante affaire de Giancarlo Paretti y el Banco Crédit Lyonnais en Hollywood.

Federico