jueves, 25 de abril de 2024

Reflexiones (actuales) de un viejo comprador de películas clase B en DVD

En el transcurso de estas semanas, mientras pensaba en material para mis blogs, me acordaba de esa linda época que viví entre el año 2007 y 2012 cuando, además de comprar DVD originales en lugares habituales para mi como Musimundo, Yenny, El Ciudadano, Los Unos y los Otros, etc., en mis visitas a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (dejo de lado en este escrito las copias que conseguía en otros lugares), comencé a recorrer también oficinas de algunas editoras para comprarles directamente a ellos las películas. Consideraba que lo beneficioso era pagarlas a "precio de fábrica" y así me ahorraba unos pesos; Ir a sellos editores como Emerald Video Home o a SP Films (armada por ex-trabajadores de Gativideo, sello editor que había cerrado en 2009) empezó a ser una opción seria. El trato con el personal siempre fue muy amable y cordial, aunque en el caso de Emerald cada tanto cambiaban la dirección de su oficina (esto era debido a que los seguían las cartas-documento porque cada tanto editaban algunos títulos sin pagar derechos); pero siempre se encontraba dentro de la zona denominada "el barrio del cine" (ubicado dentro del porteño barrio de Balvanera), donde siempre estuvieron sus oficinas comerciales las distribuidoras de cine y las videoeditoras.
Como todavía no tenía internet en casa, cada tanto concurría a los locutorios (acá ya me delatan los años) para entrar en sus páginas web y seguir sus futuros lanzamientos y novedades del mes. En el caso del sello editor SBP Worldwide, ubicada en la calle Ayacucho al 400, fue mi primera incursión de ir una editora para buscar ciertos títulos que andaba buscando; En este caso, debo decir, solamente una vez de casualidad pude ingresar a SBP para comprarles unas películas. Originalmente había ido a preguntarles si tenían a la venta todavía el box recopilatorio denominado "Collezione Spaghetti Horror", cuyo contenido eran 4 DVD: El descuartizador de New York (Lo squartatore di New York, 1982), Demonios 3 (La casa dell'orco/Demons 3: The Ogre, 1988), Zombi 3 (ídem, 1988) y Ojos Diabólicos (Due occhi diabolici/Two Evil Eyes, 1990), para comprárselo a ellos; La persona que me atendió me dijo que ya estaba descatalogado ese box, pero me ofrecía comprar las 4 películas individualmente. Cuando le consulté cuánto costaba c/u se me abrieron los ojos de la sorpresa, ya que el precio era de unos $40 por título (en ese momento era un precio dentro de lo caro para títulos de esa editora en particular y el clase B en general). Hoy en día es un monto que da risa o nostalgia, pero en esas épocas había comprado los DVD de Subespecies 2 (Bloodstone: Subspecies II, 1993) y Castillo Maldito (Castle Freak, 1995) a precios de oferta de $9.99 y $14.90 respectivamente en Musimundo, solo por citar algunos ejemplos de lo económico que era adquirir títulos de terror editados por SBP.
Mientras tanto, en mi mente recordaba haber visto el box en cuestión dentro de una batea de venta de películas en uno de los locales de Musimundo por la módica suma de $48 pesos, aunque lamentablemente cuando volví a por él ya lo habían vendido. Viendo la perspectiva de que no lo iba a volver a encontrar, y el escenario que me estaba planteando la vendedora, opté por solo llevarme la mencionada Ojos Diabólicos y Noche de pánico (Zombi 2, 1979); esta última que la había editado dentro de la colección "Obras maestras del terror". Lo decidí de esta manera ya que, en el último caso, quería tener primero la 2 antes que la 3 de las denominadas "secuelas no oficiales" de Dawn of the Dead (1978) dirigidas por Lucio Fulci.
Una de las cosas más peculiares fue que ahí me cobraron el "impuesto al fonovideograma", que no recuerdo el monto exacto, pero seguro fueron unos $10 o un poco más con algunos centavos; Yo no sabía que me lo iban a cobrar hasta el momento en que me imprimieron la factura o boleta de compra y tuve que abonar todo. Ahí fue cuando entendí que en verdad me habían cobrado un precio "más alto" por las películas, porque a los dueños de los Video Clubes así se lo hacían también todas las editoras; abonando siempre montos más caros por los títulos adquiridos para su posterior alquiler en sus locales.
Una de las cosas que lamento fue no haberle sacado una foto a esa factura que me dieron, testimonio de la proeza de haberme "infiltrado" como si fuera dueño de un Video Club a comprarles películas. Ya al año siguiente, cuando volví a la editora a intentar comprar, el personal de SBP me atajó en la entrada y me dijeron que no les vendían a particulares. Una pena realmente...
Aquí les comparto las únicas dos facturas de compra que sobrevivieron porque en ese entonces, en mi anterior perfil de Facebook, las había escaneado como muestra para que las vean mis contactos; Pero debo decir que actualmente ya ni estas conservo en su versión papel, ya que en su momento las rompí y las tiré a la basura cuando hice una limpieza de papeles en mi casa.


Estas facturas de Emerald Video Home (cuyo nombre societario era ECE S.A.) y SP Films corresponden, en ambos casos de manera coincidente, a la tercera vez que concurrí a esas oficinas a comprar títulos en DVD; En esa época ya había ido, en el caso de SP, a comprar primero el film Buscado vivo o muerto (Wanted: Dead or Alive, 1987), donde no me dieron factura en esa oportunidad, y luego cuando compré Hell Ride: viaje al infierno (Hell Ride, 2008). Como dato curioso, luego de estas adquisiciones no volví a comprar un título editado por este sello (y tras un par de años tristemente también cerró sus actividades en el mercado de las videoeditoras). En Emerald (la segunda editora que visité luego de SBP), por otro lado, no recuerdo con precisión lo que conseguí anteriormente, pero seguro entre mis primeras compras estuvieron los DVD de Re-Animator (1985) y en una segunda visita su secuela (Bride of Re-Animator, 1990) para la colección de mi hermano. Me refiero a las ediciones individuales, no la que traía ambas películas en un solo disco que editó posteriormente.
Sirva este post como recuerdo de una época donde adquirir películas en formato físico era algo habitual y accesible; donde la oferta de ediciones, nuevas o usadas, nacionales o extranjeras, considero que era por demás generosa en esta parte del país, teniendo en cuenta las particularidades de ser un coleccionista de cine de bajo presupuesto en este lado del mundo.

Hola a todos!! Les traigo esta vez un texto que hacía mucho quería escribir, y se me presentó la oportunidad de hacerlo en formato de posteo para el blog. Espero que les guste. En los comentarios los invito a que me compartan sus experiencias, y si también pudieron ir a alguna editora personalmente a comprar películas.

Nos reencontramos la próxima!
Federico