Paretti con la actriz Meryl Streep durante un evento. Streep fue la protagonista de la película A Cry in the Dark (también conocida por su título original Evil Angels) coproducida por la Cannon en 1988.
La Cannon se transforma en Pathe
Todo esto comenzó cuando el financiero italiano Giancarlo Parretti hizo una oferta en 1989 para comprar tanto las compañías Empire Pictures y Trans World Entertainment, a lo que el Crédit Lyonnais se negó rotundamente, esto debido a que los banqueros franceses mantenían una fuerte asociación con Sarlui a través de Epic Productions. Pero en cambio lo que si realizaron los burócratas del Banco, con Georges Vigon a la cabeza, fue abrir una línea de crédito y le prestaron un total de 2.000 millones de dólares (a cambio de más sobornos), para hacerse cargo totalmente de la insolvente Cannon Films, ya que Menahem Golan y Yoram Globus tenían una deuda con la división neerlandesa del Crédit Lyonnais de más de 500 millones de dólares y había que salvar de alguna manera a la compañía. La empresas de Parretti y Fiorini lograron la adquisición de todas las acciones de The Cannon Group, Inc. y el 30 de enero de 1989 fue renombrada como Pathe Communications Corporation. Con parte del dinero prestado se pudo pagar la vieja deuda de la Cannon, pero los dos socios financieros italianos todavía tenían mucho dinero disponible para trabajar: la línea de crédito del CLBN a Pathe y entidades corporativas relacionadas se extendió, de 600 millones en 1988, a más de 1 mil millones para el año 1989.
Yoram Globus se quedó en, la ahora reconvertida financieramente, Pathe Communications en un cargo ejecutivo principal; mientras que Alan Ladd Jr. ocupó los cargos de Chairman y Director Ejecutivo en la división de cine Pathe Entertainment. Ladd fue un ex-presidente de MGM/UA desde 1985 y era un respetado productor ejecutivo que llegó a manejar su propia compañía, The Ladd Company, hasta que fue comprada por Warner Bros. Pictures en 1984. La flamante compañía incluso ambicionó rescatar la quebrada productora De Laurentiis Entertainment Group (DEG) y comprar New World Pictures y Kings Road Entertainment (que había producido el film Kickboxer para Pathe durante ese año), pero nunca se pudieron concretar esos negocios financieros: fue superado en la oferta para adquirir New World y Kings Road, y el trato para hacerse de la productora De Laurentiis finalmente fracasó.
Imagotipo de Pathe Communications.
El nombre Pathe Communications se puso como un intento provisorio de presión por parte del financiero italiano para poder adquirir también la productora de cine Pathé-Cinéma en Francia; Se llevó a cabo un plan en el que se propuso una oferta de compra durante el mes de diciembre de 1988, por un valor estimado en 157 millones de dólares a sus dueños de aquél entonces: el Banco galo Rivaud que poseía el 52% de Pathé y las empresas Compagnie Financiere de Suez, la compañía de agua francesa Lyonnaise des Eaux y la Societé Generale de Belgique S.A. con el 48% restante. La idea era hacer una triangulación vía la sociedad MT Investissement del empresario Max Théret (en el que Parretti estaba involucrado) para que sea el comprador final de la productora, y así poder hacer negocios con la enorme red de distribución que tenía la Cannon en los Estados Unidos, sacándole todo el provecho al enorme archivo fílmico de Pathé en ese país. El hecho comenzó a despertar sospechas en el gobierno francés y encomendó una exhaustiva investigación sobre el historial de Parretti; los funcionarios descubrieron un pasado oscuro sobre sus antecedentes y todas las relaciones comerciales anteriores, entre las que se encontraba el cierre de una cadena de periódicos, además de las preocupaciones manifiestas que tenían sobre su carácter personal. Finalmente el día miércoles 1 de agosto de 1990 Francia le frustró el acceso al histórico estudio galo y el acuerdo no se concretó.
Mientras tanto, los primos israelíes Golan y Globus desde que se separaron del negocio de Cannon no se hablaron durante tres años, ya que el orgullo de Menahem hizo que le terminara echando la culpa de todos estos problemas directamente a su primo y eso marcó el fin de su relación comercial. Para eso Golan se fue citando diferencias tanto con Giancarlo Parretti (el nuevo dueño vía Pathe Communications) y con Yoram, una noticia que se dio a conocer entre el martes 28 y el miércoles 29 de febrero de 1989 en los medios de comunicación de Los Angeles. De todas maneras, la “nueva Cannon” realizó en ese entonces (por iniciativa del propio Globus junto a Parretti) un acuerdo de financiamiento por cuatro años con la 21st Century Film Corporation, en la que se le iban a proporcionar $160 millones de dólares a Golan, como parte del paquete de su indemnización, para poner en producción 17 películas a un costo promedio de alrededor de 9 millones de dólares por título. En ese momento se negoció que la 21st Century recibiría, además, 3 millones de dólares anuales para gastos de funcionamiento y un fondo de 6 millones de dólares adicionales para proyectos de desarrollo; Todo a cambio de que la Cannon ejercería un control administrativo y creativo sobre todas las películas producidas por la nueva compañía de Golan, donde él iba a recibir el 20 por ciento de los beneficios netos de cada película. Sin dudas la sombra del inefable Giancarlo Parretti estaba presente en todos lados.
El inefable Parretti continuó manejando Cannon Films y sus pobres decisiones empresariales y financieras levantaron sospechas en la industria del cine (y una vez más de la SEC). El financiero italiano el día 23 de mayo de 1989 contrató al prolífico productor de cine, guionista y director greco-italiano Ovidio G. Assonitis, que se convirtió en el segundo Presidente y Director Ejecutivo/CEO de la división Cannon Pictures Inc., mientras que la compañía, luego de unos pocos meses, era ahora separada de MGM-Pathe. Assonitis incluso llegó a pagar 500.000 dólares por una participación del 20.6% de 21st Century, por lo que tenía derecho en ese paquete a usar el nombre y el logotipo de Cannon durante 30 años. Por iniciativa del propio Giancarlo Parretti en 1990, quién con la nueva reorganización buscaba convertir a la Cannon Pictures, Inc. en el brazo de distribución de bajo presupuesto de Pathe Communications, negoció un financiamiento con "fuentes europeas" que nunca se especificaron, para permitir que la Cannon pudiera realizar hasta 10 películas al año durante el período de seis años, con un presupuesto promedio de 3 millones de dólares cada una, mientras que Pathe Services (otra división de Pathe Communications) iba a tener los derechos de distribución.
Lo que se buscaba era que el veterano productor Assonitis le diera un nuevo rumbo en la realización de los futuros proyectos, pero permaneció en ese cargo por muy poco tiempo ya que fue despedido en 1991 y reemplazado por Christopher Pearce, que en ese momento tenía el cargo de Director de Operaciones en Pathe. Hay que decir que Pearce fue quién se desempeñó como productor asociado durante la era de Golan-Globus y hombre clave en el manejo de Cannon International en los ochentas, pasando ahora a ser el nuevo Presidente y Director Ejecutivo (CEO) de la reorganizada Cannon Pictures, cargo que mantuvo desde 1991 hasta 1994. Assonitis posteriormente recibió un fallo por un valor de 2,9 millones de dólares de parte de Pathe Communications por el incumplimiento del contrato que había firmado con el financista italiano.
Durante 1989 nuevamente la sociedad Bernadette Associates International junto a Cannon Film Distributors realizaron otra película, en este caso coprodujeron el film filipino-francés Orapronobis (conocida internacionalmente como Fight for Us). Dirigida por Lino Brocka y con un guion de José María Flores Lacaba, el propio Giancarlo Parretti fue co-productor ejecutivo.
Pathe Communications registró pérdidas durante el segundo trimestre de 1989, por lo que el Banco Central del Reino de los Países Bajos, preocupado por los crecientes préstamos, impuso en la primavera de ese año un límite crediticio al CLBN de 200 millones de dólares por cliente o grupo de clientes relacionado. La exposición del Banco al Grupo Parretti-Fiorini ya excedía los 900 millones de dólares, pero en lugar de reducir esa exposición de préstamos, el Crédit Lyonnais Nederland NV conspiró con Fiorini y Parretti para expandirla mientras hacía parecer que se estaba reduciendo. En una de esas artimañas, el Banco neerlandés y los prestatarios se propusieron hacer parecer que Pathe Communications había reducido su deuda con el banco en 184 millones de dólares. Una empresa llamada Cinema V, supuestamente controlada por el magnate de los medios de comunicación italiano Silvio Berlusconi, que recién se había incorporado en los Países Bajos, compró el grupo de salas de cine de Pathe (ex-Cannon) en Inglaterra y Los Países Bajos por un monto de 184 millones de dólares. Pathe usó el dinero para pagar la deuda combinada de Parretti-Fiorini en CLBN, pero en verdad era todo un engaño ya que Cinema V era un caparazón creado por Fiorini, con el conocimiento no solo de Jacques Griffault y Jean-Jacques Brutschi del CLBN, sino también de Georges Vigon manejando el Crédit Lyonnais en París con el único propósito de engañar al Banco Central del Reino de los Países Bajos; Los 184 millones no fueron puestos por Silvio Berlusconi en absoluto (de hecho es posible que no supiera que su nombre se usó en la transacción), sino que el CBLN lo había puesto para evitar decirle al Banco central que Parretti y el Crédit Lyonnais controlaban ambos extremos de la transacción, y que la cartera de préstamos de Giancarlo Parretti y Florio Fiorini aún se estaba expandiendo.
El banquero Frans Afman ya no dirigía los préstamos de entretenimiento del Crédit Lyonnais Nederland NV, pero como consultor seguía atendiendo a varios de sus antiguos clientes. Trató de desconectarse de la nueva información sobre Parretti y Fiorini. Sintió que su relación con el Banco estaba fuera de control y pensaba que tarde o temprano llamaría la atención de la policía estadounidense. Siempre que estaba en los Estados Unidos se sentía mareado, esperaba que los agentes del FBI o los investigadores de la SEC llamaran a su puerta con citaciones. Una noche, en una proyección en el Writers Guild of America (el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos) en Wilshire Boulevard, Afman fue abordado por el gerente de CLBN a cargo de la cuenta de Parretti, un joven nervioso llamado Dirk van Swaay.
-"Necesito hablar contigo con mucha urgencia", susurró van Swaay. "Necesito tu consejo. Se trata de Parretti".
-"Lo siento, no quiero hablar de él". Respondió Afman
-"Pero necesito decirte algo" Insistió Van Swaay.
-"No, no quiero escucharlo". Dijo Afman levantando la voz, tratando de alejarse.
-"¡Ahora estamos en más de mil millones de dólares!" Van Swaay gritó, corriendo tras Afman.
El fax de 28 páginas enviado por un detective privado europeo al director de una compañía cinematográfica independiente de Hollywood, en agosto de 1989, tenía como título ESTRICTAMENTE PERSONAL Y CONFIDENCIAL. Dos años después de que el Crédit Lyonnais recibiera su informe de antecedentes sobre Giancarlo Parretti, y luego procediera a prestarle cientos de millones de dólares, algunas personas de Hollywood cuyo negocio estaba solicitando Parretti estaban ordenando sus propias reuniones informativas a investigadores privados en Francia e Italia. Además de detallar los antecedentes financieros de Parretti y Fiorini, el nuevo informe especuló sobre los orígenes de los fondos del primero. "Una fuente cree que el dinero proviene de socialistas italianos con acceso a fondos del gobierno, o que el efectivo representa parte de las ganancias del Banco Ambrosiano" (la derrumbada entidad italiana fundada en 1896 y cuyo Presidente fue Roberto Calvi, apodado "el banquero de Dios") Afirmó el detective. "También ha habido informes persistentes (procedentes de funcionarios del gobierno italiano y ex socios de Giancarlo Parretti) de que tiene vínculos con la mafia siciliana y ha estado involucrado en lavado de dinero". El destinatario del informe le transfirió con gratitud al detective su tarifa de 25.000 dólares. Parecía un pequeño precio a pagar por evitar enredos con la dupla de financistas Parretti y Fiorini.
Giancarlo Parretti se muestra contento ante el Presidente Ronald Reagan en 1989, a su lado la primera dama Nancy Reagan.
Las duras negociaciones en Hollywood
Durante 1990 Parretti había estado mirando con mucha atención a la compañía MGM/UA Communications Company por más de un año, el emblemático estudio que había vuelto a manos del magnate y empresario billonario de Nevada Kerkor "Kirk" Kerkorian desde 1986. Había encontrado la pieza central perfecta para el imperio global que aspiraba a construir, por eso el 6 de marzo Pathe Communications ofreció a Kerkorian 1.25 mil millones de dólares para quedarse con el estudio Metro-Goldwyn-Mayer.
El Banco CLBN le emitió un adicional de 888 millones de dólares en un ambicioso plan para fusionar Pathé con la compra de MGM, ya que estaba muy interesado en que los empresarios y financistas italianos Giancarlo Parretti y Florio Fiorini concentraran todas sus operaciones de realización, distribución y ventas de películas en una gran compañía. Kerkorian aceptó y les dio a Parretti y Fiorini cuatro meses para reunir el dinero, tendrían que pagar depósitos no reembolsables de Kerkorian de un valor estimado en 50 millones de dólares al mes hasta que se cerrara el trato. Steve Ross, Presidente de la compañía Time Warner, negoció 650 millones de dólares con Parretti a cambio de los derechos para distribuir por televisión y video las películas del estudio que no eran propiedad de Turner Broadcasting System. Ross condicionó su oferta a que Parretti recaudara el resto del dinero para adquirir el estudio del león en forma de capital en lugar de deuda. Tanto Hollywood como Wall Street se mostraron escépticos: mientras que el Crédit Lyonnais podía ofrecer préstamos sin fin, no podía crear inversores.
La responsabilidad última del Banco con sede en París recaía en su Presidente y Director Ejecutivo Jean-Yves Haberer que había participado activamente en la financiación de Giancarlo Parretti y Florio Fiorini por parte de su filial neerlandesa. Haberer estaba en el consejo de supervisión del CLBN. De hecho, una de sus primeras decisiones importantes después de tomar el timón del Crédit Lyonnais había sido aprobar la financiación del CLBN en el intento de adquisición de Parretti de la productora francesa Pathé Cinema. Y cuando el Banco Central de los Países Bajos expresó su alarma de que el CLBN estaba prestando demasiado dinero a Parretti, Fiorini y sus innumerables corporaciones, Haberer intentó describir a Parretti y Fiorini como prestatarios independientes entre sí, individuos que deberían analizarse por separado. El Banco Central rechazó ese razonamiento y para resolver la disputa, Haberer hizo que la matriz francesa del Crédit Lyonnais emitiera una garantía de las obligaciones del CLBN con Parretti y Fiorini y, al mismo tiempo, prometió reducir esas obligaciones. Como ejemplo de tales reducciones ya implementadas, citó la transacción falsa que involucra la "compra" de Cinema V por 184 millones de dólares al grupo de salas de cine de Pathe Communications; la que Florio Fiorini armó en secreto como un ardid explícito para parecer que la deuda se borraba cuando no lo era.
La situación se puso más complicada en marzo de 1990, cuando un tribunal de Nápoles condenó a Giancarlo Parretti por fraude en relación con la quiebra de sus periódicos del grupo Il Diario. Fue condenado "in absentia" (en rebeldía por no estar presente durante el juicio) a tres años y medio de prisión y el financiero italiano tuvo que apelar. Steve Ross comenzó a tener sus dudas, estaba preocupado por los informes sobre los problemas criminales de Parretti en Italia. Y un día, hizo un descubrimiento sorprendente: el financiero italiano le había dado a Ross lo que parecía ser un dibujo de Picasso valorado en millones, Ross había entregado la pieza a la Time Warner, donde había llamado a un tasador para asegurarla. El tasador le manifestó que el dibujo era falso (más tarde se supo que gran parte de la colección de arte de Parretti no era genuina), entonces Steve Ross retiró su compromiso de 650 millones y Parretti no logró producir inversores de capital.
Con la pieza central de su financiación desaparecida repentinamente, los socios Parretti y Fiorini enfrentaron una crisis. Ya le habían pagado a Kirk Kerkorian 200 millones de dólares que no eran reembolsables y éste les otorgó una extensión hasta octubre, pero elevó el precio de MGM/UA Communications Company a 1.34 mil millones de dólares. Además, al magnate Kerkorian le debían pagar 50 millones más cada mes. El Crédit Lyonnais había financiado subrepticiamente más de dos tercios de los depósitos mensuales hasta el momento, pero los primeros mil millones de dólares, conseguidos con sobornos, fueron fáciles. Los segundos mil millones de dólares resultaban un orden de magnitud diferente y podrían requerir otro tipo de incentivo. Como lo habían hecho en el pasado, Giancarlo Parretti y Florio Fiorini recurrieron a amigos en las altas esferas de poder italianas en busca de, lo que Fiorini llamaría más tarde en una declaración escrita, "ayuda desde arriba" (sic). Parretti consultó a su socio de mucho tiempo Gianni DeMichelis, el ministro de Relaciones Exteriores de Italia quien, según el relato de Florio Fiorini, sugirió que él y Parretti vean al propio Primer Ministro Bettino Craxi. DeMichelis posteriormente negó el relato de Fiorini.
El socialista Craxi recibió a ambos en Roma, en la sede del Partido Socialista en la Vía del Corso. En su bolsillo Fiorini llevaba dos "certificados al portador", extraídos el 10 de julio de la sucursal de Milán de la Banca Novara Suisse, uno por 600 millones de liras (entonces unos 485.000 dólares) y el otro por 200 millones de liras. Eran certificados a cualquier "portador" que podría cobrar sin referencia a su origen; Parretti y Fiorini le dijeron que necesitaban una "intervención de alto nivel" en el Crédit Lyonnais. Según la declaración escrita de Fiorini, el Primer Ministro italiano les sugirió que vincularan el acuerdo de MGM con una importante negociación comercial en curso entre los gobiernos de Francia e Italia. El gobierno francés estaba tratando de persuadir al gobierno italiano para que comprara una nueva red ferroviaria de alta velocidad a los fabricantes de Francia en lugar de Alemania. Bettino Craxi dirigió su mirada a Parretti y le recomendó que hiciera otra visita a su amigo el canciller DeMichelis; Quizás Gianni DeMichelis podría convencer al presidente de la compañía ferroviaria estatal italiana, Lorenzo Necci, de condicionar cualquier acuerdo de Italia para comprar trenes de alta velocidad de Francia al buen trato de Giancarlo Parretti por parte del Crédit Lyonnais. Después de la reunión, según el comunicado de Fiorini, entregó el certificado al portador de 600 millones de liras al tesorero del Partido Socialista, Vincenzo Balsamo, y le pidió que le recordara a Bettino Craxi su conversación.
Parretti cenó con DeMichelis en el cercano Hotel Plaza y le pidió que "interviniera" para lograr un quid pro quo (algo a cambio de algo) entre el acuerdo ferroviario y el acuerdo con MGM, le entregó el certificado al portador de 200 millones de liras a la secretaria de Gianni DeMichelis. Florio Fiorini tenía la seguridad que Gianni DeMichelis hizo una llamada al presidente de la compañía ferroviaria italiana para indicarle que mencionara el interés de Italia en que ellos tomen el control de MGM, y que cualquier ayuda del Crédit Lyonnais sería debidamente apreciado por las autoridades que tenían que decidir la aprobación del acuerdo del tren de alta velocidad.
El propio Fiorini tuvo una conversación con el mismo zar ferroviario Necci, le mencionó que él y su socio necesitaban ayuda con el Crédit Lyonnais, que el banquero Haberer iba a ir a verlo personalmente para hablarle sobre el tren de alta velocidad y mencionarle que tenga una mirada benévola sobre las empresas de los financieros. Giancarlo Parretti y Florio Fiorini luego viajaron a Niza e informaron del asunto a Georges Vigon en su casa de fin de semana. Vigon sugirió que también deberían ver a Alexis Wolkenstein: el Jefe de Vigon que era el gerente general a cargo de los asuntos internacionales del Crédit Lyonnais, quien informaba directamente a Haberer y aspiraba a sucederlo.
Es de suponer que Wolkenstein agradecería la oportunidad de congraciarse con el gobierno francés, que algún día estaría eligiendo un sucesor de Haberer dentro de la banca estatal francesa. Parretti y Fiorini acordaron que el canciller italiano DeMichelis se reuniera con Wolkenstein y, poco tiempo después, el gobierno de Italia eligió al Banco francés Crédit Lyonnais y a Jean-Yves Haberer para liderar la financiación del consorcio de trenes.
Continuará...
Buenas noches, en este lado del mundo!! :D ¿Cómo están? Les traigo una nueva entrega de la interesantísima historia del lado B de Hollywood: negocios espurios, manejo de dinero sin control, deudas y más deudas... por ahora la productora y distribuidora Cannon fue reconvertida y Paretti está dispuesto también a quedarse con la compañía del león emblema de Hollywood... veremos que sucede.
El mes que viene vuelvo con una nueva entrega del comic de Subspecies.
Nos leemos el mes que viene.
Federico





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